Las ocho dimensiones del bienestar

Durante más de una década de mi vida, tuve problemas con la ansiedad debilitante, los ataques de pánico y la depresión. Al igual que millones de personas en todo el mundo, anhelaba descubrir una píldora mágica para curar mis enfermedades y prometerme el nirvana. Pero, a pesar de tomar muchos medicamentos, la psicoterapia en curso, la terapia electroconvulsiva (ECT), las hospitalizaciones y los intentos fallidos de suicidio, el bienestar había permanecido como un sueño lejano. Los medicamentos contra la ansiedad y los antidepresivos empeoraron mis síntomas y me agitaron, deprimieron y suicidaron. Y estaba completamente confundido por qué los medicamentos que se suponía que aliviarían mis síntomas los exacerbaban.

Mirando por la ventana del hospital del quinto piso, un día después de otro intento fallido de suicidio, prometí tomar las riendas de mi vida y crear una vida de bienestar. Estaba enfermo y cansado de estar enfermo y cansado. Solo quería estar bien.

Sobre todo, quería llevar a mi pequeña a la escuela, jugar con ella en el parque y acostarla en la cama por la noche con su historia favorita.

En algún lugar profundo de mi alma, estaba convencido de que los medicamentos me estaban enfermando en vez de ayudarme a sanar. Entonces, a pesar de mis temores y los de mi familia, decidí escuchar mi sabiduría interior y desistirme de todos los medicamentos bajo la supervisión de mi psiquiatra y explorar caminos holísticos hacia la salud y el bienestar.

Eventualmente, aprendí que el bienestar no viene encapsulado en una píldora; más bien, abarca la forma en que vivo. Y, para vivir en un estado de completo bienestar, debo integrar y asegurar la salud en todas las dimensiones de la vida: Emocional, Física, Espiritual, Social, Intelectual, Ocupacional, Financiera y Ambiental.

Durante los últimos veinte años, he creado un Plan de acción de bienestar personalizado que me ha ayudado a prosperar a pesar de episodios recurrentes de depresión. La práctica diaria de pranayama, meditación trascendental, diario y ejercicio, combinados con una nutrición adecuada, hidratación, trabajo significativo, amor las relaciones, el servicio, los pasatiempos alegres, la terapia conductual cognitiva y el sueño me han ayudado a prosperar a pesar de los factores estresantes y los reveses de la vida.

Aunque los medicamentos no funcionaron para mí, mi hermano y hermana han sido ayudados por ellos, al igual que millones de personas en todo el mundo. Creo sinceramente que cada persona es única y que deben seguir su propio camino hacia el bienestar. Y, incluso cuando los medicamentos ayudan, las prácticas holísticas pueden mejorar el bienestar general de una persona.

Independientemente de si usted, su ser querido o las personas a las que sirve están luchando contra la depresión, la diabetes, las enfermedades cardíacas o el cáncer, cultivar una vida de bienestar integral nos proporciona la capacidad de recuperación para sanar y prosperar. Y, lo más importante, un estilo de vida holístico previene las enfermedades y promueve el bienestar.

Los invito a tomarse unos minutos, quedarse quietos, reflexionar sobre su vida y crear su Plan de Acción de Bienestar. Afénese y disfrute de las muchas recompensas de una vida saludable y vibrante.