¿Las personas religiosas son más felices que las personas no religiosas?

¿Las personas religiosas son más felices que las personas no religiosas? La respuesta corta es sí. Ha habido una considerable cantidad de investigación que aborda esta cuestión y los hallazgos tienden a indicar que las personas religiosas son (o al menos informan ser) más felices que las personas no religiosas. Hay algunos estudios que no encuentran este efecto. Sin embargo, la mayor parte de los datos sobre este tema sugieren que los niveles de felicidad son mayores entre los religiosos.

Dicho esto, esta pregunta se vuelve más interesante si haces la siguiente pregunta de por qué las personas religiosas son más felices. La religión puede promover la felicidad por varias razones, ya que los estudios muestran que la religión da a las personas un sentido de propósito y orden y sirve como un recurso para enfrentar las experiencias negativas de la vida y los miedos existenciales (por ejemplo, el miedo a la muerte). Sin embargo, varios estudios parecen sugerir que el ingrediente mágico en la religión que proporciona felicidad es la conexión social. Aunque la gente, especialmente en naciones individualistas como Estados Unidos, habla de la religión como un sistema de creencias interno o personal, la verdad es que la religión rara vez se hace en soledad. En cambio, la religión es típicamente una actividad social y la investigación indica que los vínculos sociales son uno de los contribuyentes más importantes a la felicidad. Así que consideremos algunos estudios que resaltan la conexión social como la causa de la felicidad inspirada por la religión.

Diener y Seligman encontraron que el control estadístico de las relaciones sociales elimina la asociación entre la religiosidad y el bienestar. En otras palabras, las personas religiosas informan que tienen más vínculos sociales y si se toma esto en cuenta estadísticamente, la religión en sí misma no predice la felicidad.

De manera similar, Salsman, Brown, Brechting y Carlson descubrieron que los sentimientos de apoyo social median en la relación entre religiosidad y bienestar. Las personas religiosas informan niveles más altos de apoyo social y niveles más altos de apoyo social conducen a niveles más altos de bienestar psicológico.

Okulicz-Kozaryn descubrió que la religión solo se asocia con una mayor satisfacción con la vida en países en los que la mayoría de las personas son religiosas. En naciones relativamente no religiosas, la religión no parece conducir a la satisfacción con la vida. Este hallazgo sugiere que en muchos países la religión es una de las formas principales de adquirir vínculos sociales y capital social. Si la religión es la norma social, puede ser difícil (pero no imposible) tener una red social rica y sentirse socialmente valorado. Y tener una red social rica y sentirse valorado socialmente son ingredientes clave para encontrar la felicidad.

Mencionaré un último estudio que encontré particularmente interesante. Cohen-Zada y Sander examinaron el efecto de la derogación de las leyes azules sobre la asistencia a la iglesia y la felicidad. Las leyes azules prohíben que las tiendas minoristas estén abiertas los domingos. Con el tiempo, muchos estados han derogado estas leyes, lo que permite que las tiendas abran negocios el día tradicionalmente reservado para el descanso y la adoración. Entre las mujeres, la derogación de las leyes azules se asoció con una disminución de la asistencia a la iglesia y una disminución de la felicidad. Creo que la iglesia hace a las mujeres más felices que ir de compras. ¿Quién lo hubiera adivinado?

Este hallazgo es interesante porque la derogación de las leyes azules no debería tener ningún efecto sobre las creencias religiosas internas. Sin embargo, la derogación de las leyes azules sí parece tener un impacto social. Es decir, la iglesia es una actividad social y la derogación de las leyes azules redujo la asistencia a la iglesia, lo que a su vez condujo a niveles más bajos de felicidad (para las mujeres).

Entonces, las personas religiosas (al menos en los Estados Unidos y otros países religiosos) son más felices en promedio que las personas no religiosas. Pero, la variable clave no parece ser la religión misma. En cambio, son las conexiones sociales que facilita la vida religiosa lo que hace felices a las personas.

Referencias y Lecturas Adicionales

Brooks, AC (2008). Felicidad nacional bruta: por qué la felicidad es importante para Estados Unidos y cómo podemos obtener más de ella. Nueva York: Libros Básicos.

Cohen-Zada, D. & Sander, W. (2011) Participación religiosa versus compras: ¿qué hace a las personas más felices? Revista de Derecho y Economía.

Diener, E., y Seligman, MEP (2002). Gente muy feliz Psychological Science, 13, 81-84.

Okulicz-Kozaryn, A. (2010). Religiosidad y satisfacción con la vida a través de las naciones. Mental Health, Religion & Culture, 13, 155-169.

Salsman, JM, Brown, TL, Brechting, EH, y Carlson, CR (2005). El vínculo entre la religión y la espiritualidad y el ajuste psicológico: el papel mediador del optimismo y el apoyo social. Personality and Social Psychology Bulletin, 31, 522-535.