Natures Bounty: terapia gratuita

Otro verano ha llegado. Para aquellos de nosotros que enseñamos, el verano es un tiempo de descanso y renovación muy esperado. También es un momento para intentar ponernos al día con la lectura, la escritura, la actualización de las notas del curso, etc. Después de un invierno y una primavera de largos días en oficinas iluminadas artificialmente, sentados en cubículos, trabajando en computadoras, los largos días de verano permiten reconectarse con la naturaleza, saborear la luz natural, árboles frondosos, flores en flor, playas extensas y parques pacíficos.

La privación de la naturaleza tiene un impacto negativo en la salud y la felicidad de personas de todas las edades. Es bien sabido que una alienación de la naturaleza corresponde parcialmente a un aumento de las enfermedades relacionadas con el estrés, la depresión y la ansiedad. Esta primavera experimenté una fuerte dosis de privación de la naturaleza. Recuperarse de la cirugía me hizo difícil encontrar tiempo para apreciar la belleza nutritiva de la naturaleza. Afortunadamente, me recuperé, el semestre terminó, y pude tomar un largo y esperado viaje en bicicleta a Bélgica y Holanda. Aunque creo que era la persona menos capacitada del grupo de 16 ciclistas, logré pasar una rutina diaria de 40 a 60 kilómetros de ciclismo. A pesar de los poderes curativos de esta actividad física, más nutrición existencial vino de pasar horas en el campo mientras viajábamos en bicicleta por los bosques y campos europeos. Después de una semana, las tensiones de los largos días de invierno retrocedieron gradualmente y comenzaron a sentir una sensación de rejuvenecimiento y renovación. Aunque estoy muy agradecido de haber tenido el tiempo y la oportunidad de recargar mis baterías de esta manera, no necesitamos hacer un viaje en bicicleta por Europa para experimentar la renovación existencial. Una caminata diaria en un parque local o una tarde en una playa contemplando las olas también pueden proporcionar una renovación muy apreciada. La naturaleza ofrece terapia gratuita.

Estar en la naturaleza también proporciona recompensas fisiológicas. El tiempo que se pasa afuera no solo agudiza la atención y la memoria, sino que también aumenta los niveles de vitamina D, que el cuerpo produce cuando está expuesto a la luz solar. De hecho, la deficiencia de vitamina D es generalizada entre los adultos mayores. La vitamina D es necesaria para el mantenimiento de huesos fuertes. También ayuda al cuerpo a procesar el calcio necesario. Teniendo en cuenta las preocupaciones de la osteoporosis y el daño óseo en la vida posterior, una deficiencia de vitamina D puede llegar a ser una amenaza grave para la salud. La deficiencia de vitamina D también es otro factor de riesgo asociado con el aumento de la enfermedad cardiovascular, el deterioro cognitivo y el asma.

Para ser felices y prosperar, estamos conectados para interactuar con el aire, el agua, las plantas y otros animales. Necesitamos una conexión con la naturaleza. La alienación de la naturaleza es tan devastadora para nuestra salud como lo es la alienación de las relaciones sociales. En Inglaterra, un estudio de 2007 descubrió que una dosis diaria de caminar fuera podría ser tan efectiva como tomar medicamentos antidepresivos para tratar la depresión de leve a moderada. Un informe de la BBC (21 de abril de 2013) abordó la importancia de los parques, jardines y espacios verdes en la promoción de la salud y la felicidad. La noción de que el aire fresco y los hermosos escenarios naturales promueven la salud no es algo nuevo. Los jardines curativos han existido por mucho tiempo en muchas culturas. El jardín persa, por ejemplo, siempre ha sido considerado un lugar mágico, un lugar para socializar, relajarse, espiritualidad y oración, un paraíso en la tierra. El hermoso jardín en la antigua ciudad de Isfahan es un ejemplo de ese paraíso. Es un lugar pacífico que miles de personas visitan cada año.

De hecho, la palabra "paraíso" se deriva de la antigua palabra persa que significa un jardín cerrado. Los cristianos adoptaron este término y lo aplicaron al Jardín del Edén. Las alfombras persas son representaciones de un jardín persa, repleto de paredes, fuentes y arbustos en flor en el perímetro. Las fuentes en el centro de la alfombra son metáforas importantes para la calma y la autorreflexión. De esta manera, el jardín se percibe como un lugar de reflexión espiritual.

El tiempo pasado en la naturaleza es una terapia sin efectos secundarios. Dar un paseo, andar en bicicleta, ir de excursión o en un bote, reducirá el estrés y promoverá el bienestar y el optimismo sobre la vida. Incluso 30 minutos al día pueden conducir a mejoras importantes. Aprovecha esta terapia gratuita. Tómese unos minutos y contemple la belleza de la naturaleza; caminar, andar en bicicleta, ir de excursión, nadar o simplemente sentarse debajo de un árbol.