No te rindas si estás ansioso durante el embarazo

Se supone que debes estar extático, ¿verdad? En realidad, el nerviosismo por el embarazo es común.

Un día, te emocionaste al ver que tu prueba de embarazo era positiva. Al día siguiente las preocupaciones se inundaron y comenzaron a ocupar demasiado de su atención. Sepa que no está solo: la ansiedad del embarazo puede afectar a más del 18 por ciento de las mujeres en el primer trimestre y casi una cuarta parte en el tercero, según una encuesta de 2017 que cubre más de 220,000 mujeres de 34 países.

Una razón para la ansiedad en el embarazo son los cambios en sus hormonas. También puede tener preocupaciones realistas sobre el dinero, su carrera, su desempeño laboral diario y el efecto de un recién nacido en su matrimonio u otros hijos.

Esto le puede pasar a cualquiera, pero es más común si tiene un historial de ansiedad o depresión o si pertenece a su familia.

El síntoma principal es quedar atrapado en pensamientos temerosos. Mencione el problema a su médico y a sus seres queridos si también tiene problemas para concentrarse, irritabilidad o agitación, tensión muscular o sueño alterado. Puede tener ataques de pánico cuando siente que no puede respirar, le preocupa que se vuelva “loco” y se siente abrumado por el temor.

Si sus niveles de ansiedad son altos, las investigaciones sugieren que sus posibilidades de un nacimiento prematuro o un bebé con bajo peso pueden aumentar.

¿Entonces que puedes hacer?

Habla de tus miedos y de cómo te sientes. Algunas mujeres no quieren cargar a la gente más cercana a ellas. Pero encuentra a alguien que te escuche. Si necesita confidencialidad completa, busque un terapeuta.

Movimiento. El hecho de llevar una barriga grande no significa que no deba caminar, hacer yoga prenatal, nadar o incluso correr. Intente realizar al menos media hora de actividad de tres a cinco veces por semana. La frecuencia es más importante. Incluso cinco minutos de ejercicios aeróbicos pueden calmarlo.

Si no ha estado haciendo ejercicio, hable con el médico y planifique comenzar lento. Pero mantente en el plan; el ejercicio será más fácil y su ansiedad disminuirá. Las clases o un compañero de ejercicios ayudan a las personas a mantenerse consistentes.

Beber agua. No tomar suficientes alimentos o agua establece cambios en su cuerpo que se sienten como el comienzo de un ataque de pánico. La deshidratación baja la presión arterial y la frecuencia cardíaca aumenta para compensar. Si siente la boca seca o pegajosa, de repente está cansado o le duele la cabeza, hágase un favor y tome un vaso de agua. Una vez que tienes sed, estás deshidratado.

Comer regularmente El nivel bajo de azúcar en la sangre también puede provocarle agitación y fomentar la ansiedad. No confíe en los bocadillos altos en carbohidratos y azúcar para marearlo. Objetivo para comidas equilibradas regulares.

Respirar. Veinte a treinta minutos al día de respiración profunda del abdomen también pueden ayudar. Aprenderá a obtener y reconocer la respuesta de relajación, que ralentiza los latidos cardíacos, la presión arterial y el metabolismo.

Descanso. Si se despierta durante la noche, sea amable con usted y planifique una siesta durante el día. El sueño es esencial para controlar la ansiedad durante el embarazo.

Escribe tus pensamientos Un diario puede ayudarlo a identificar los factores desencadenantes de sus preocupaciones más intensas. Escribir sus pensamientos puede ser como confiar en un amigo. Tu pensamiento puede ser más organizado y menos repetitivo una vez que lo hayas hecho.

Empoderate a ti mismo Haz lo que te haga sentir fuerte y más seguro de que puedes manejar las cosas. Una clase de nacimiento puede ayudarlo a lidiar con el miedo al parto. Consulte a un planificador financiero si está haciendo hincapié en el costo de un niño.

Reduzca el consumo de alcohol y cafeína. Ambos pueden agravar la ansiedad y beber durante el embarazo puede causar daños graves a su bebé.

¿Deberías tomar medicamentos para tratar la ansiedad durante el embarazo? Lo mejor es evitarlo, pero no dejes que tu ansiedad pase desapercibida tampoco. Los SSRI conocidos, como Celexa, Prozac y Zoloft, se consideran una opción durante el embarazo, pero pueden aumentar el riesgo de sangrado abundante después del nacimiento y un bebé prematuro. Paxil no es recomendado. Los IRSN Cymbalta y Effexor XR también son posibles, aunque nuevamente su medicación puede aumentar el riesgo de hemorragia.

¿Qué tal una benzodiazepina como Klonopin o Ativan? Sepa que estos medicamentos son adictivos, y algunos médicos dicen que están recetados en exceso. Si está tomando uno cerca del parto, su bebé puede experimentar abstinencia, lo que incluye problemas respiratorios. Asegúrese de que sus médicos sepan qué medicamentos está tomando.

Una versión de esta historia aparece en Your Care Everywhere.