Por qué sentarse es malo para aprender si tiene TDAH

Por lo general, tenemos la idea de que para aprender tenemos que permanecer sentados, pasamos mucho tiempo en las aulas inculcándoles la importancia de la atención enfocada MIENTRAS estamos quietos y no nos movemos.

Pero ahora esa visión tradicional se está volviendo en cabeza con un estudio reciente de niños en edad escolar. Los investigadores encontraron que para los estudiantes con TDAH, aprenden mejor cuando se retuercen.

Tomaron un grupo de niños de 8-12 años y los observaron en un salón de clases con una cámara de alta velocidad. Descubrieron que, para los niños con TDAH, cuanto más actividad mostraban (como palmadas, columpios y deslizamiento de sillas), mejor era su memoria de trabajo.

Pero aquí está lo interesante: el mismo patrón no es cierto para el estudiante sin TDAH. Cuanta más actividad mostraban, peor era su memoria de trabajo.

¿POR QUÉ? Para el estudiante con TDAH – el movimiento tiene un propósito – les ayuda a enfocarse y mantenerse atentos a una tarea. En el estudiante con TDAH, ciertas partes del cerebro son menos activas, como la corteza prefrontal, que es responsable de la memoria de trabajo y la atención. El movimiento físico adicional puede aumentar la actividad y dar como resultado un aprendizaje mejorado.

No se trata de reducir el movimiento en personas con TDAH sino de cómo canalizarlo.

¿Qué puedes hacer?

No es una actitud de "déjalos correr locamente", sino que les permite tener movimiento.

  • Deje que sus hijos aprendan mientras usan una bicicleta estática
  • Camina y lee.
  • Use una tabla de tambaleo

Un tema relacionado es la importancia de Recess at School : las escuelas en todo EE. UU. Reducen el recreo a solo unos minutos o lo eliminan por completo.

Pero, ¿qué perdemos cuando cambiamos el patio de recreo por el aula?

Primero, no hay evidencia que respalde la idea de que la reducción del recreo conduce a una mayor productividad o una mejor concentración y atención.

De hecho, la investigación muestra lo opuesto:

  • Se comportan mejor en el aula (menos inquietud y más en los comportamientos de la tarea)
  • Mejores habilidades sociales
  • Muestran más comportamientos cooperativos
  • Mejor resolución de conflictos
  • Notas más altas

Pero el tipo de juego hace una diferencia: cuando los niños participan en juegos libres no estructurados, donde son autodirigidos, vemos el mayor beneficio en el aula.

  • Y el recreo / tiempo de juego no debería ser solo para niños: en nuestra investigación descubrimos que escalar un árbol es bueno para el cerebro y la memoria de trabajo en los adultos también.

Cuando los adultos pasaron tiempo realizando actividades propioceptivas dinámicas, como trepar a un árbol, mejoraron su memoria de trabajo en un 50%. La memoria de trabajo, el procesamiento activo de la información, está vinculada al rendimiento en una amplia variedad de contextos, desde grados hasta deportes.

Obtenga más información en The Working Memory Advantage (Simon & Schuster)