¿Qué está mal con el utilitarismo?

Michael W. Austin
Fuente: Michael W. Austin

Las consecuencias de nuestras acciones son importantes. Ellos importan Pero si el utilitarista tiene razón, entonces las consecuencias son lo único que importa. ¿Es esto correcto?

El principio principal de la teoría moral utilitaria, el principio de utilidad , establece que la acción correcta es la que produce la felicidad más general . John Stuart Mill adaptó la teoría de Jeremy Bentham y afirmó que la felicidad es placer y la ausencia de dolor. Sin embargo, Mill aclaró que hay placeres más altos y más bajos. Los placeres superiores son los placeres del intelecto, y los placeres inferiores son los placeres de los sentidos. El resultado es que, moralmente hablando, no es sólo la cantidad de placer lo que importa para el utilitario, sino también la calidad .

En el lado positivo, si aplicamos esta teoría a nuestras vidas, podríamos ser más desinteresados, y muchos de los problemas que enfrentamos podrían ser aliviados. Esto se debe a que la felicidad de todos cuenta lo mismo. El prejuicio y la discriminación no tienen cabida aquí, porque cada individuo cuenta lo mismo al calcular la felicidad producida por nuestras acciones. Mill mismo luchó por los derechos de las mujeres, contra la esclavitud y por prácticas laborales justas, lo cual es consistente con sus convicciones utilitarias.

Sin embargo, hay algunas debilidades en esta teoría. La debilidad primaria del utilitarismo tiene que ver con la justicia. Una objeción estándar al utilitarismo es que podría requerir que violemos los estándares de justicia. Por ejemplo, imagina que eres juez en un pueblo pequeño. Alguien ha cometido un crimen y ha habido algunos disturbios sociales que han resultado en lesiones, conflictos violentos y disturbios. Como juez, usted sabe que si condena a muerte a un hombre inocente, la ciudad se calmará y se restablecerá la paz. Si lo liberas, estallarán aún más disturbios, y la ciudad y sus habitantes recibirán más daños. El utilitarismo parece requerir castigar a los inocentes en ciertas circunstancias, como estas.

Es incorrecto castigar a una persona inocente, porque viola sus derechos y es injusto. Pero para el utilitario, todo lo que importa es la ganancia neta de felicidad. Si la felicidad de muchos aumenta lo suficiente, puede justificar que uno (o algunos) se sientan miserables al servicio del resto. El utilitarismo requiere que uno cometa acciones injustas en ciertas situaciones, y debido a esto es fundamentalmente defectuoso. Algunas cosas nunca deben hacerse, independientemente de las consecuencias positivas que puedan derivarse.

El razonamiento moral utilitario prevalece en nuestro diálogo político y moral. Las consecuencias tienen un lugar, y deben ser consideradas, pero también debemos pensar en otros principios morales, las virtudes relevantes, los derechos humanos y lo que nuestras elecciones y juicios dicen sobre nosotros. Las consecuencias importan, pero no son lo único que importa. La moral es más que las consecuencias de nuestras acciones.

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