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La mayoría de nosotros queremos estar en lo cierto, por eso somos tan malos resolviendo conflictos.
Culpar es una salida fácil: hacemos a alguien más responsable en lugar de ser el propietario de nuestra parte. Es por eso que los problemas simples se convierten en problemas más grandes tanto en nuestra vida personal como profesional. Queremos ganar el argumento a cualquier costo.
Jugar el juego de la culpa alimenta más tensiones. Ser correcto se vuelve más importante que resolver el problema en cuestión.
La mejor manera de resolver el conflicto es confrontarlo de manera justa. Ese es el principio detrás de la regla 50–50: concéntrese en encontrar una solución, no en estar en lo correcto.
“Siempre es fácil culpar a los demás. Puedes pasar toda tu vida culpando al mundo, pero tu éxito y tus fracasos son responsabilidad tuya. “- Paulo Coelho
Las parejas con habilidades deficientes de resolución de conflictos suelen participar en comportamientos de Lucha, Vuelo o Congelación. Aquellos que han aprendido a superar las tensiones, duran más tiempo. Por eso me atengo a la regla del 50% al 50%: cuando algo sale mal, cada parte es igualmente responsable.
Se me ocurrió esta regla hace muchos años. Comencé a ponerlo en práctica con mi esposa, tal vez por eso hemos estado juntos por más de 20 años. No es perfecto pero funciona la mayoría de las veces.
Por lo general, comparto la regla 50–50 cuando entreno equipos: es una forma simple y efectiva de abordar los conflictos en el lugar de trabajo. Sin embargo, lleva tiempo y práctica. La mayoría de las personas se resisten inicialmente, nadie quiere ser “parcialmente culpable” de antemano.
De hecho, este enfoque sugiere que elimine la otra parte del 50 por ciento de la responsabilidad y la ponga sobre sus hombros. Se siente contraintuitivo, ¿verdad? Sin embargo, el punto no es hacer que uno sea más o menos culpable: el objetivo es abordar el conflicto como iguales. Cuando nadie está bien o mal, es más fácil concentrarse en la solución.
Crear un campo uniforme mueve a las personas de la culpa a la introspección: todos se centran en encontrar una solución, no en señalar con el dedo.
La efectividad de la regla 50–50 es que hace que ambas partes sean igualmente responsables. Cada lado comparte la responsabilidad de:
La regla 50–50 no solo elimina la culpa, sino que también cambia nuestra mentalidad.
La mayoría de las personas abordan el conflicto como una batalla: tener razón equivale a ganar. El problema es que nadie quiere estar equivocado. Cambie la conversación de correcto o incorrecto a integrar perspectivas opuestas.
Cuando debe elegir entre dos opciones, generalmente termina resolviendo el problema incorrecto. Desenreda la pregunta en su lugar. Tomar partido solo hará que una persona sea extremadamente feliz y la otra muy molesta: alimentará más tensiones. La regla 50–50 trae justicia al eliminar los lados.
Las tensiones hacen que las personas se enfrenten entre sí: ven a la otra parte como el enemigo. Eliminar emociones es fundamental para conducir la resolución. Cuando no hay lo correcto o lo incorrecto, las personas ponen su energía en comprender las necesidades y perspectivas de cada uno.
Culpar es una salida fácil. Es más fácil señalar con el dedo que darse cuenta de que todos podemos mejorar nuestro comportamiento. Reconocer que todos somos igualmente responsables cambia el enfoque de culpar a colaborar.
El beneficio de la colaboración es abordar el conflicto con una mentalidad de resolución de problemas. Ganar no es derrotar al otro lado sino encontrar una solución que beneficie a todos.
Tomar posesión de nuestras acciones, en lugar de culpar a otros, mejora dramáticamente nuestro desempeño. Ese es el beneficio clave de la regla 50–50.
Investigadores de Stanford y la Universidad de Michigan descubrieron que las compañías que atribuyen sus problemas a sus acciones en lugar de a factores externos se desempeñan mucho mejor.
Aquí hay algunos consejos para que comiences.
La regla 50–50 elimina la culpa y se enfoca en encontrar soluciones justas en su lugar. Pruébalo y hazme saber cómo funciona.