Reality Check: ¿Quién eres y qué estás haciendo?

¿Quién tiene tiempo para pensar en las "grandes preguntas" de la vida? La mayoría de las personas que conozco están demasiado ocupadas y abrumadas en estos días con las demandas de la vida cotidiana para hacer una pausa y reflexionar sobre cuestiones existenciales.

Siendo honesto, incluso si tuviera tiempo, ¿querría lidiar con estas grandes preguntas? O más bien, con las respuestas. Como un paciente, a quien llamaremos paciente Nietzsche para esta pieza, me dijo sin rodeos, es más fácil evitarlos:

¿Sabes qué es lo que más me asusta? Estar solo con mis pensamientos. Comienzo a pensar en mi vida, cuestionando mis elecciones y poniéndome filosófico. Prefiero centrarme en lo que necesito empacar para mi viaje de negocios o comprar en la tienda de comestibles que lo que estoy haciendo con mi vida.

Sé exactamente lo que quiere decir el paciente Nietzsche. Estas preguntas a menudo aparecen cuando estoy en tránsito, en un avión, en un tren o en algún lugar. Cuando estoy físicamente obligado a un lugar. Mi respuesta instintiva es evitarlos y sumergirme en un libro u orar por un WiFi fuerte, así que Instagram me puede evitar contemplar el significado de todo. ¿Por qué reflexionar cuando puedo ver un video de gato en su lugar?

Por muy tentador que sea alejarlos, la investigación muestra que vale la pena el tiempo y el esfuerzo para canalizar su interior, Jean-Paul Sartre. En un estudio titulado "Supresión de las luchas espirituales: el papel de la evitación experiencial en la salud mental", los autores encontraron que las personas que abrazan las luchas existenciales y espirituales y reflexionan sobre sus valores y creencias son emocionalmente más sanas que las que no lo hacen.

Como la Dra. Julie Exline, uno de los coautores del estudio, explica:

La evitación regular puede dificultar identificar, trabajar o experimentar las cualidades que le dan sentido a la vida.

Tomarse el tiempo para pensar sobre lo que le importa es una excelente manera de poner sus valores al frente y en el centro de su vida. Cuando sus decisiones diarias reflejan sus prioridades y no solo lo que siente en el momento, fortalece su capacidad de recuperación y desarrolla sus reservas emocionales.

Aquí hay algunas preguntas para comenzar:

  1. ¿Hacia dónde me dirijo y cuál es mi principal objetivo personal?
  2. ¿Cómo mi vida diaria refleja mis prioridades?
  3. ¿Qué valoro y cómo afectan mis elecciones mis valores?
  4. ¿Cuáles son mis responsabilidades para con mi comunidad y para hacer del mundo un lugar mejor?

El examen de nuestros valores nos fundamenta. Piense en ellos como una brújula para ayudar a tomar las decisiones correctas en el momento correcto.

Para conocer los conocimientos procesados respaldados por la ciencia que se envían directamente a su bandeja de entrada, visite www.PositivePrescription.com e inscríbase en The Weekly Dose .