Sensibilidades inimaginables, parte 1

Este blog está dedicado a explorar cómo la emoción da forma a una sensibilidad extraordinaria. En el transcurso de los últimos años, los lectores han explorado la forma en que las diferencias individuales en la biología emocional se desarrollan en condiciones que van desde el TEPT y la alexitimia a la sinestesia, el autismo y el savantismo. Hemos explorado la importancia de la emoción para el desarrollo de los niños prodigios, a los niños que parecen recordar vidas pasadas y, aún más esotérico, a las personas que parecen poseer sensibilidad psíquica. Más recientemente, este blog ha explorado los paralelismos en la biología emocional entre seres humanos y animales no humanos. Hemos considerado cómo los lazos emocionales entre individuos -incluso entre especies- arrojan luz sobre sucesos misteriosos y cómo la capacidad de sentir y expresar sentimientos puede ser la base de la espiritualidad en general.

En esta nueva serie, abordaremos un tema delicado: la muerte. Si bien parece representar el final de la sensibilidad (ya que un animal muerto es manifiestamente no sensible), el fenómeno en realidad evoca un fascinante rango de relatos y experiencias que son altamente relevantes para la sensibilidad, no solo en humanos sino en muchos otros animales . La muerte parece ser algo así como un mecanismo desencadenante de la sensibilidad cargada de emociones. Con el fin de arrojar luz sobre las numerosas y curiosas anécdotas que acompañan a la muerte en seres humanos, será útil explorar lo que la muerte parece significar para ciertas otras especies: cómo reaccionan ante ella y qué formas de sensibilidad son evidentemente impulsadas. Veremos que la emoción es primordial, pero no siempre requiere una conexión entusiasta entre dos individuos. A veces, la sensibilidad puede aparentemente ser desencadenada por las corrientes subterráneas de la emoción misma.

Comenzaremos por observar algunos ejemplos intrigantes que involucran dos especies altamente perceptivas y sociales: elefantes y delfines.