5 maneras en que el cambio de estaciones podría afectar tu salud mental

A veces puede parecer que es obligatorio que te guste el otoño. Todo el mundo está alborotado hablando de los lattes de especias de calabaza, el clima de suéter y las botas de lluvia. Si los cambios estacionales son difíciles para usted, puede sentirse solo. La verdad es que para mucha gente, la transición al otoño es dura y la transición al invierno es aún más dura. Comprender por qué los cambios estacionales pueden ser difíciles puede ayudarlo a idear estrategias para hacer de esta temporada una mejor temporada.

Trastorno afectivo estacional

Cada año, alrededor del cinco por ciento de los estadounidenses experimentan una afección llamada trastorno afectivo estacional. El trastorno afectivo estacional (TAE) es depresión estacional. Aunque los médicos piensan que podría estar relacionado con los cambios en los niveles de luz en el exterior, algunas personas desarrollan SAD durante los meses de verano por lo que su causa sigue siendo poco conocida. SAD mejora cuando cambia la temporada, pero puede causar depresión que varía de leve a debilitante, durante meses.

La buena noticia es que SAD es altamente tratable, a menudo con terapia de luz, actividad al aire libre y, a veces con medicamentos. Si nota que su estado de ánimo cambia cada año o si se da cuenta de que este otoño no puede entrar en la temporada, el trastorno afectivo estacional podría ser el culpable.

Reacciones al horario de verano

"Retroceder" significa obtener una hora extra. También significa pasar mucho más del día en la oscuridad. La investigación está descubriendo cada vez más formas en que el horario de verano afecta la salud física y mental. Para los padres, puede significar una interrupción en la rutina de su hijo que requiere levantarse más temprano. Para todos, significa más oscuridad diurna. Este es un factor de riesgo para la depresión en personas con trastorno afectivo estacional. También puede disminuir el acceso a la vitamina D, una fuente principal de la cual es la luz solar. La ingesta adecuada de vitamina D es clave para muchos procesos corporales básicos, y la insuficiencia de vitamina D se ha relacionado con la depresión.

Inadecuado acceso a la luz

El horario de verano es pasar menos tiempo en la luz solar natural. El clima frío, particularmente en las regiones del norte, puede agravar este fenómeno. Esto aumenta el riesgo de depresión y también puede alterar los ritmos circadianos. Muchas personas se sienten más cansadas y con menos esperanzas durante los meses de invierno, incluso cuando no están deprimidas. Para algunos, la falta de luz diurna adecuada puede alterar su ingesta de alimentos y su nivel de hambre. Por lo tanto, el aumento de peso en las vacaciones podría deberse a las señales de hambre de su cerebro, no solo a la disponibilidad de demasiado pastel de calabaza.

Tradiciones navideñas y disputas familiares

Los comerciales y las historias navideñas actúan como si todos tuvieran una familia amorosa y solidaria con quien pasar sus vacaciones. Las películas tratan las peleas familiares como hilarantes, no desgarradoras. En realidad, la mayoría de las personas tiene algunas disputas con los miembros de la familia. Para algunos, la temporada de vacaciones significa ir a casa con padres o hermanos abusivos, o decidir pasar tiempo con parientes políticos poco amables.

Si su familia ha muerto, las tradiciones navideñas pueden estimular los recuerdos de las festividades pasadas, desencadenando el dolor, la culpa y una cascada de otras emociones dolorosas. Pero con tanta presión para ser feliz en las fiestas, muchas personas que luchan contra la pérdida, los desacuerdos y el abuso familiar se avergüenzan de que sus vacaciones no se vean como las "perfectas" que ven en la televisión.

Presión para mantenerse

Para casi todos, la transición al otoño inicia una cascada de días festivos: Rosh Hashaná, Halloween, Acción de Gracias, Navidad y más. Las vacaciones son divertidas, pero también funcionan. La presión de aparentar estar divirtiéndose mientras trabajas para mantenerte al día con los vecinos, tu familia y tus amigos puede ser abrumador. Hay decoraciones para comprar, comidas para hacer, regalos para comprar y un sinfín de eventos para asistir. Sáltate cualquier cosa, y podrías sentirte culpable y no estar haciendo que la temporada sea lo suficientemente mágica. Pero hazlo todo y esfuérzate en agotamiento y confusión emocional. Se puede sentir como un juego sin ganar.

Controlar el estrés a medida que cambia la temporada

El estrés no es una inevitabilidad de los cambios estacionales. Es un producto de la forma en que muchos de nosotros elegimos vivir. Esto significa que es cambiable. Para las personas abrumadas por el trastorno afectivo estacional, el estrés doloroso o el conflicto familiar, la terapia puede ser un poderoso aliado. La medicación también puede ayudar, particularmente cuando el estrés menor se convierte en depresión mayor. Algunas otras estrategias que pueden ayudarlo a superarlo:

  • Hacer una lista de prioridades para la temporada. No cedas a la presión. Haz las cosas que realmente disfrutas y olvídate del resto.
  • Acceda a mucha luz natural pasando tiempo al aire libre o sentado bajo una lámpara de sol.
  • Mantener un horario regular, incluso cuando las temperaturas frías lo tienten a dormir.
  • Iniciando sus propias tradiciones familiares, especialmente si tiene un conflicto con su familia de origen.
  • Cuidando tu cuerpo Haga ejercicio al menos 30 minutos al día, al menos cinco días a la semana. Coma suficientes alimentos saludables y duerma lo suficiente.

Incluso si cada cambio estacional en años pasados ​​ha sido difícil para ti, este puede ser mejor. Tómese su tiempo para proteger su salud mental y vea la transición al otoño y al invierno convertirse en su época favorita del año.