5 señales de advertencia de que su hijo puede estar desarrollando un trastorno alimenticio

Ver a un niño sufrir un trastorno alimentario puede ser devastador para los padres, especialmente si se les dice que tienen la culpa. La verdad es que, si bien nadie comprende por completo las causas de estas enfermedades, sí sabemos que para los niños y adolescentes con trastornos alimentarios, los padres suelen ser una parte crucial de la solución.

El primer paso es reconocer el problema. Aquí hay cinco señales de advertencia de que su hijo puede estar lidiando con anorexia u otro trastorno alimentario.

1. Estancamiento o pérdida de peso. El aumento de peso generalmente continúa hasta los 20 años. Por lo tanto, si su hijo o adolescente continúa creciendo pero no aumenta de peso, especialmente en la adolescencia temprana, cuando se produce el mayor crecimiento, es posible que se encuentre en las primeras etapas de un trastorno alimentario. Y cualquier pérdida de peso, incluso sin intención, puede desencadenar un trastorno alimentario en niños vulnerables.

2. Ansiedad. Es común ver un aumento en la ansiedad en un niño que está desarrollando un trastorno alimentario. A menudo, esta ansiedad sigue a la pérdida de peso, pero a veces se produce antes de cualquier cambio notable en el peso. El aumento de la ansiedad puede ser tanto un precursor como un subproducto de la anorexia.

3. Comportamientos alimentarios inusuales. Las personas con anorexia a veces desarrollan comportamientos inusuales en torno a la comida. Algunos de los más comunes: cortar alimentos en pedazos pequeños; usar grandes cantidades de condimentos (mostaza, sal, salsa de soja, etc.); insistiendo repentinamente en usar cucharas, tenedores, tazas o platos particulares para comer o beber; recortar categorías enteras de alimentos por cualquier motivo (incluidas las carnes, un interés en el vegetarianismo puede marcar el inicio de un trastorno alimentario).

4. Un interés repentino en cocinar (pero no comer). Las personas que están desnutridas a menudo desarrollan un interés que raya en la obsesión por las trampas de comer, incluida la compra de alimentos y la cocina. Si su hijo comienza a cocinar una tormenta pero encuentra razones para no comerse su propia comida, eso es una señal de advertencia.

5. Ejercicio compulsivo y / u otras conductas obsesivas. Los trastornos alimenticios son enfermedades de compulsiones. Si su hijo o adolescente construye su día alrededor del ejercicio, puede estar volcándose en una obsesión por el ejercicio. Esto puede ser especialmente difícil de resolver si está en un equipo atlético, donde a menudo se requiere un entrenamiento diario riguroso. Una clave es su nivel de ansiedad: ¿entra en pánico si algo la mantiene alejada de su rutina diaria? ¿Ella insiste en hacer ejercicio incluso cuando está herida o enferma? Estos son signos preocupantes.

SIGUIENTE: Qué hacer si cree que su hijo tiene un problema.

El libro de Harriet Brown, Brave Girl Eating: La lucha de una familia con anorexia será publicado la próxima semana.