Cómo cultivar nuevas neuronas en tu cerebro

Cuando estaba en la universidad en la década de 1970, nos enseñaron que nunca se formaron nuevas neuronas en el cerebro de los mamíferos. Nacimos, se argumentó, con todas las neuronas que alguna vez obtendríamos. Sin embargo, una década antes, en 1962, un joven científico llamado Joseph Altman había informado en la prestigiosa revista Science que se podían formar nuevas neuronas. Altman pasó a publicar otros estudios, pero su investigación fue ignorada y rechazada. Luego, en la década de 1970, otro joven científico, Michael Kaplan descubrió la neurogénesis (el nacimiento de nuevas neuronas) en el cerebro de las ratas. Kaplan publicó 19 artículos sobre el tema, pero su trabajo encontró una enorme resistencia, y finalmente dejó la investigación científica y pasó a una carrera como médico de rehabilitación. No fue sino hasta la década de 1990 cuando los científicos aceptaron la idea de la neurogénesis en los cerebros de los mamíferos y descubrieron las neuronas recién nacidas no solo en el cerebro de las ratas, sino también en los cerebros de las personas.

La neurogénesis no ocurre en todas partes en el cerebro, pero es evidente en el hipocampo y el bulbo olfatorio y quizás en la corteza cerebral. Las neuronas nuevas no nacen de células nerviosas maduras sino que se desarrollan a partir de células madre neurales que permanecen en nuestros cerebros durante toda la vida. De hecho, en algunas áreas del cerebro, hay rotación continua de neuronas (las viejas mueren y nacen otras nuevas) y estas nuevas neuronas pueden participar en los circuitos que subyacen al aprendizaje.

Si se forman nuevas neuronas todos los días en nuestro cerebro, ¿cómo podemos mantener estas células y no dejar que simplemente desaparezcan? La respuesta ha estado al acecho en la literatura científica desde la década de 1970, cuando Michael Kaplan informó que un entorno enriquecido aumenta la cantidad de neuronas nuevas. En los animales, colocarlos en jaulas llenas de juguetes interesantes o darles tareas de aprendizaje promueve la supervivencia de estas células recién nacidas. Las neuronas nuevas que nacen en el hipocampo pueden participar tanto en la formación de recuerdos a largo plazo como en la percepción espacial. Los taxistas de Londres que tienen un amplio conocimiento de las calles de la ciudad de Londres tienen hipocampos más grandes de lo normal. Tal vez, mucha neurogénesis ha ocurrido en su hipocampo.

El ejercicio físico también aumenta la cantidad de neuronas recién nacidas. Pero algunas condiciones, como el estrés excesivo y la depresión, obstaculizan el crecimiento de las células nerviosas del recién nacido.

Los estudios científicos sobre la neurogénesis revelan lo que muchos de nosotros ya sabíamos. Podemos aprender cosas nuevas a lo largo de la vida. Una persona en sus ochenta años todavía desarrolla neuronas nuevas, pero para aprovechar el potencial de estas células recién nacidas, tenemos que seguir desafiándonos a nosotros mismos, explorar cosas nuevas, hacer ejercicio y ver la taza proverbial, no como medio vacía, sino como medio llena.