Cómo la tecnología digital puede mejorar la salud mental

Las iniciativas de salud digital están explorando nuevas formas de mejorar la salud pública.

Varios medios de comunicación y fuentes académicas han discutido el creciente poder de las redes sociales y la recopilación de datos en Internet cuando se trata de marketing e influencia política. Sin embargo, estas poderosas herramientas pueden tener una potencial utilidad de salud pública en el seguimiento de tendencias importantes de comportamiento de salud, y podrían publicitar iniciativas e influir en el comportamiento de salud también.

1. La salud digital puede mejorar las barreras para la atención.

La tecnología puede proporcionar un acceso más fácil a la atención para quienes viven en áreas con cobertura limitada de proveedores (como las zonas rurales donde los proveedores de salud mental son escasos), a través de telesalud y teleterapia. La tecnología también puede alentar a quienes prefieran hacer preguntas médicas en un entorno más anónimo o de fácil acceso, a través de médicos virtuales u otros puntos de acceso a la información. Mientras que algunos se ríen de la idea de Google Medical School, todavía hay una influencia innegable en las fuentes en línea para la información de salud. La clave es ofrecer fuentes de información de alta calidad, adecuadamente informadas y examinadas a través de sitios web e interfaces fáciles de usar, bien diseñados y de buena reputación.

2. La salud digital puede proporcionar herramientas complementarias para mejorar la atención.

Las aplicaciones móviles y en línea están en auge cuando se trata de formas adjuntas para controlar los comportamientos de salud y fomentar el cumplimiento de los regímenes de tratamiento. Las aplicaciones que rastrean la dosificación diaria de medicamentos, proporcionan recordatorios, rastrean la actividad física o los síntomas de ansiedad están disponibles con muchos más en el camino. Algunas aplicaciones ofrecen ejercicios de terapia cognitiva conductual en marcha y técnicas de relajación. Varios estudios muestran que, como complemento de las modalidades de tratamiento en persona o de nivel de atención, estas aplicaciones pueden mejorar los resultados de salud en múltiples áreas, desde niveles de colesterol hasta conductas de adicción.

3. La salud digital puede ofrecer grandes datos para resolver o informar problemas de salud.

El seguimiento y la agrupación de grandes conjuntos de datos disponibles a través de populares sitios web o aplicaciones en línea pueden proporcionar información valiosa sobre los comportamientos de salud. Algunos análisis que analizan las palabras clave lingüísticas han notado patrones previamente desconocidos en personas con más probabilidades de tener depresión, o incluso pensamientos suicidas. Otros miran factores medioambientales o de población a través de cachés de datos en línea para ver quién tiende a tener tasas más altas de obesidad o adicción y más. Ciertas búsquedas en línea con tendencias pueden indicar efectos secundarios previamente desconocidos con un medicamento en particular, o pueden indicar tendencias de eficacia (buenas o malas) después de intervenciones como las vacunas durante una temporada de gripe.

4. La salud digital puede influir en las personas con mensajes de salud.

Al aprovechar el poder de la comunicación rápida y amplia, las iniciativas de salud pública en las redes sociales pueden llegar a audiencias más amplias o específicas para determinados factores de riesgo o mensajes, como grupos en línea que analizan la depresión o el alcoholismo o grupos de edad específicos en riesgo de ciertas afecciones. Compartir las historias personales de la enfermedad con más franqueza que las que se han visto en los medios convencionales anteriores puede reducir el estigma y mejorar la comprensión de lo que realmente sucede con estas enfermedades.

Las posibilidades apenas están comenzando y los análisis innovadores de datos de salud y promoción están creciendo en los sectores académico, de salud pública y comercial. Es necesario debatir cómo mantener el rigor científico y la integridad cuando se evalúan y regulan las intervenciones digitales de salud y su utilidad y seguridad en las personas. También es necesario que haya una negociación ética continua sobre cómo equilibrar estas iniciativas con la privacidad y los motivos de ganancia para avanzar en este mundo nuevo y valiente.