El dinero PUEDE comprar felicidad

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Los investigadores están aprendiendo más sobre la forma en que nuestros sueldos se relacionan con nuestra alegría general. Pensarías que sería tan simple como cuanto más dinero ganas, más feliz eres, y eso es cierto hasta cierto punto. No hay duda de que aquellos con un ingreso cómodo son más contentos que aquellos que tienen problemas para cubrir sus gastos, pero hacer un salario sólido no garantiza la felicidad. Resulta que el secreto para obtener el mayor placer de su dinero no está en el lado de los ingresos del libro, el factor crucial es cómo gasta su dinero.

Muchos estudios han comparado cómo nos sentimos cuando compramos cosas materiales a nuestras emociones cuando invertimos en experiencias. Comprar un bolso o tomar un paseo en globo aerostático? Obtener una nueva computadora portátil o salir a pasar un fin de semana largo en la costa? Definitivamente está claro que, aunque los artículos materiales duren más tiempo, las experiencias brindan más felicidad, antes durante y después. Esto se debe a que nos acostumbramos rápidamente a nuestras cosas y comenzamos a mirar hacia adelante para nuestra próxima adquisición. No solo eso, esas cosas son fáciles de comparar con las de otras personas, y esas desagradables comparaciones negativas siempre nos hacen sentir mal.

Los investigadores recientemente buscaron más para descubrir de qué se trata las experiencias que nos traen la felicidad. Resulta que no todas las experiencias ofrecen experiencias sociales en las que compartimos la actividad con otros. Gastar dinero para hacer algo con amigos o incluso extraños te hará sentir mejor que una compra material. Y ni siquiera tiene que ser algo extraordinario, incluso las actividades comunes con otros traen mayor felicidad.

La investigación muestra que las experiencias que hacemos solos traen emociones totalmente diferentes a las experiencias compartidas. Incluso las experiencias extremas, como escalar el Monte Kilimanjaro, que uno pensaría que traerían una sensación de logro e identidad, en general no traen la felicidad esperada. Los estudios demuestran que haber hecho algo excepcional en realidad lo diferencia de los demás y crea interacciones sociales menos cómodas que a menudo generan sentimientos negativos en lugar de placer.

La otra forma de que su dinero compre felicidad es la forma en que sus padres se sentirían orgullosos: gastarlo en otros o regalarlo. Incluso si no tienes mucho y no gastas ni das mucho, proporcionar o donar a otros te trae felicidad. Este tipo de gasto, al igual que las experiencias compartidas, refuerza nuestras conexiones con los demás y crea una identidad social positiva que nos hace sentir bien.

Entonces, si quieres sentirte feliz, sáltate el viaje al centro comercial y planea una fiesta o una noche con amigos.