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Es la rara persona de hoy que no ha oído hablar de yoga o que no pertenece a una clase de yoga. Se ha convertido en lo saludable de hacer. La historia del yoga es rica y compleja desde hace miles de años. Fue una disciplina espiritual desarrollada para traer armonía entre la mente y el cuerpo. La palabra yoga es de la palabra sánscrita que significa unir. El tipo de yoga que se practica hoy es muy diferente de la práctica antigua original. El yoga ahora tiene muchas caras diferentes. Hay clases de yoga de la risa, yoga caliente, yoga de la armónica, yoga de la energía, yoga restaurativo, yoga de la cabra y yoga del perro para nombrar algunos. El yoga ofrece muchos beneficios. Se dice que mejora el sistema inmune y la coordinación. Ayuda en el desarrollo de la fuerza y la flexibilidad. El yoga es un entrenamiento total mente-cuerpo que combina poses con respiración profunda, meditación y relajación. Se dice que ayuda a las personas con artritis, diabetes, presión arterial alta y problemas cardíacos. Aunque no es ampliamente conocido, también puede ayudar a sanar un corazón roto a través del dolor de yoga.
El dolor es la reacción normal y natural a la pérdida de algo especial para nosotros. Está siempre presente en nuestras vidas en diversos grados. Experimentamos una intensa pena por la pérdida de un ser querido, pero también podemos sentir el duelo por el cierre de nuestra cafetería favorita o el retiro de nuestro médico favorito. El dolor y el estrés se almacenan en nuestros cuerpos. El yoga nos ayuda a aflojar la rigidez emocional y física en nuestros cuerpos causada por el dolor. También es una forma de encontrar la paz y la estabilidad en un momento en que esto falta en nuestras vidas. Karla Helbert (2016), afirma que “la práctica del yoga aborda el autocuidado, ayuda a integrar la experiencia de la pérdida y respalda los sentimientos de conexión y relación con los seres queridos que han muerto”. [1] El dolor no requiere yoga previo experiencia. No es necesario pertenecer a una clase de yoga para cosechar los beneficios. Muchas de las poses recomendadas se pueden hacer en casa. Al revisar múltiples fuentes, hay muchas poses diferentes sugeridas para el dolor de yoga. Sin embargo, hay algunas poses que se recomiendan con más frecuencia que otras:
Además de las posturas restaurativas anteriores, también hay más poses activas que puedes hacer para abordar tu dolor, como la pose del Molino de viento o la pose de Camello. Hoy en día, hay muchos DVD sobre yoga, libros de instrucciones y videos de YouTube para ayudarlo. Sin embargo, unirse a una clase de yoga ofrece a alguien que puede guiarlo y apoyarlo durante el proceso. El trabajo en grupo también puede ayudarlo a no estar tan aislado en su dolor. Independientemente de los tipos de yoga que se practiquen, es una poderosa herramienta de manejo del estrés. En nuestro dolor, el yoga puede ayudarnos a ver que, aunque el momento presente sea doloroso, cambiará y cambiará y podremos estar bien.
Referencias
[1] Helbert, Karla. (2016). Yoga para el dolor y la pérdida. Filadelfia, Pensilvania: Singing Dragon.