Grief Yoga

Sanación a través de un arte antiguo

Bruce Mars/Unsplash

Fuente: Bruce Mars / Unsplash

Es la rara persona de hoy que no ha oído hablar de yoga o que no pertenece a una clase de yoga. Se ha convertido en lo saludable de hacer. La historia del yoga es rica y compleja desde hace miles de años. Fue una disciplina espiritual desarrollada para traer armonía entre la mente y el cuerpo. La palabra yoga es de la palabra sánscrita que significa unir. El tipo de yoga que se practica hoy es muy diferente de la práctica antigua original. El yoga ahora tiene muchas caras diferentes. Hay clases de yoga de la risa, yoga caliente, yoga de la armónica, yoga de la energía, yoga restaurativo, yoga de la cabra y yoga del perro para nombrar algunos. El yoga ofrece muchos beneficios. Se dice que mejora el sistema inmune y la coordinación. Ayuda en el desarrollo de la fuerza y ​​la flexibilidad. El yoga es un entrenamiento total mente-cuerpo que combina poses con respiración profunda, meditación y relajación. Se dice que ayuda a las personas con artritis, diabetes, presión arterial alta y problemas cardíacos. Aunque no es ampliamente conocido, también puede ayudar a sanar un corazón roto a través del dolor de yoga.

El dolor es la reacción normal y natural a la pérdida de algo especial para nosotros. Está siempre presente en nuestras vidas en diversos grados. Experimentamos una intensa pena por la pérdida de un ser querido, pero también podemos sentir el duelo por el cierre de nuestra cafetería favorita o el retiro de nuestro médico favorito. El dolor y el estrés se almacenan en nuestros cuerpos. El yoga nos ayuda a aflojar la rigidez emocional y física en nuestros cuerpos causada por el dolor. También es una forma de encontrar la paz y la estabilidad en un momento en que esto falta en nuestras vidas. Karla Helbert (2016), afirma que “la práctica del yoga aborda el autocuidado, ayuda a integrar la experiencia de la pérdida y respalda los sentimientos de conexión y relación con los seres queridos que han muerto”. [1] El dolor no requiere yoga previo experiencia. No es necesario pertenecer a una clase de yoga para cosechar los beneficios. Muchas de las poses recomendadas se pueden hacer en casa. Al revisar múltiples fuentes, hay muchas poses diferentes sugeridas para el dolor de yoga. Sin embargo, hay algunas poses que se recomiendan con más frecuencia que otras:

  1. Piernas arriba de la pared: en esta postura, se acuesta en el suelo junto a una pared y coloca las piernas juntas verticalmente contra la pared con los pies apuntando hacia el techo. Tu cuerpo tendrá la forma de una “L. Trae tus nalgas tan cerca de la pared como puedas. Relájese y coloque las manos a los lados con las palmas hacia arriba. Concéntrese en su respiración y simplemente libere el estrés y la tensión en su cuerpo. Puedes sostener esta pose de 5 a 20 minutos. Cuando hayas terminado, apoya los pies en la pared, gira hacia un lado, lleva las piernas al suelo, da la vuelta y empuja suavemente hacia arriba con el brazo. Siéntate y espera unos segundos antes de pararte. Si esta posición presiona tu espalda, coloca una almohada o toalla debajo de la parte inferior de la espalda para apoyo.
  2. Pose de niño: Coloque una estera en el piso. Arrodillarse sobre la estera con los pies juntos; mantenga las rodillas separadas al ancho de los hombros. Siéntate sobre tus talones y apoya tus manos sobre tus muslos. Doble la cabeza y el pecho hacia los muslos. Luego mueva la cabeza y el torso hacia el piso con la frente tocando la colchoneta y los brazos extendidos frente a usted. Libera la tensión en tu cuerpo. Mantenga la postura de 30 segundos a cinco minutos. Cuando hayas terminado, inhala profundamente y levanta el torso.
  3. Postura del cadáver: esta pose se usa típicamente al final de una sesión. Acuéstese sobre una alfombra o una alfombra con su cara hacia arriba. Separe las piernas y manténgalas a la distancia de los hombros. Coloque sus brazos con las palmas hacia arriba. Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Mientras respira, libere la ansiedad y el estrés. Puedes sostener esta postura durante 20 minutos o hasta que estés completamente relajado. La parte más difícil de la postura es mantenerse despierto.

Además de las posturas restaurativas anteriores, también hay más poses activas que puedes hacer para abordar tu dolor, como la pose del Molino de viento o la pose de Camello. Hoy en día, hay muchos DVD sobre yoga, libros de instrucciones y videos de YouTube para ayudarlo. Sin embargo, unirse a una clase de yoga ofrece a alguien que puede guiarlo y apoyarlo durante el proceso. El trabajo en grupo también puede ayudarlo a no estar tan aislado en su dolor. Independientemente de los tipos de yoga que se practiquen, es una poderosa herramienta de manejo del estrés. En nuestro dolor, el yoga puede ayudarnos a ver que, aunque el momento presente sea doloroso, cambiará y cambiará y podremos estar bien.

Referencias

[1] Helbert, Karla. (2016). Yoga para el dolor y la pérdida. Filadelfia, Pensilvania: Singing Dragon.