Las siete mejores "preguntas de ira" para preguntarse

La ira es una emoción muy difícil. Las mujeres, en particular, pueden aprender a temer a nuestra propia ira, no solo porque provoca la desaprobación de los demás, sino también porque señala la necesidad de un cambio.

Entonces podemos comenzar a hacernos preguntas que sirven para bloquear o invalidar nuestra propia experiencia de enojo: "¿Es legítimo mi enojo?" "¿Tengo derecho a estar enojado?" "¿De qué sirve que me enoje?" bueno, ¿qué hará?

Estas preguntas pueden ser excelentes maneras de silenciarnos y apagar nuestra ira.

Permítanos cuestionar estas preguntas. La ira no es ni legítima ni ilegítima, significativa ni inútil. La ira simplemente es.

Preguntar: "¿Es legítimo mi enojo?" Es similar a preguntar: "¿Tengo derecho a estar sediento? Después de todo, acabo de tomar un vaso de agua hace quince minutos. Sin duda, mi sed no es legítima. Y, además, ¿de qué sirve tener sed cuando no puedo conseguir nada para beber ahora, de todos modos?

La ira es algo que sentimos. Existe por una razón y siempre merece nuestro respeto y atención. Todos tenemos derecho a todo lo que sentimos, y ciertamente nuestro enojo no es una excepción.

Pero si sentir enojo indica un problema, desahogar el enojo no lo resuelve. Entonces, hay preguntas sobre la ira que pueden ayudarnos a preguntarnos a nosotros mismos:

"¿De qué estoy realmente enojado?"

"¿Cuál es el problema y de quién es el problema?"

"¿Cómo puedo saber quién es responsable de qué?"

"¿Cómo puedo aprender a expresar mi ira de una manera que no me deje sintiéndome impotente e impotente?"

"Cuando estoy enojado, ¿cómo puedo comunicar claramente mi posición sin ponerme a la defensiva o atacar?"

"¿Qué riesgos y pérdidas podría enfrentar si me vuelvo más claro y más asertivo?"

"Si enojarse no funciona para mí, ¿qué puedo hacer diferente?"

Estas son las preguntas que abordo en The Dance of Anger , no con el objetivo de deshacerse de nuestra ira o dudar de su validez, sino de obtener una mayor claridad sobre sus fuentes y luego aprender a tomar una nueva y diferente acción en nuestro propio beneficio.

Aunque sentirse enojado indica un problema, desahogar el enojo no lo resuelve. De hecho, la lucha y la culpa no productivas protegerán en lugar de protestar el status quo de una relación atascada. Las mujeres que luchan ineficazmente sufren tan profundamente como aquellos de nosotros que no podemos enojarnos en absoluto.

Si lo que estamos haciendo con nuestra ira no está funcionando, no ayudará a hacer más de lo mismo. Pero si aprende a hacer nuevos pasos en un baile antiguo, ese viejo baile no continuará como de costumbre.