Lo que los adolescentes aprenden al superar los desafíos

La investigación de hoy en desarrollo para adolescentes valida una declaración hecha hace más de 100 años por el gran educador afroamericano, Booker T. Washington. Él dijo: "He aprendido que el éxito no se mide tanto por la posición que uno ha alcanzado en la vida como por los obstáculos que se superan al intentar tener éxito".

Ahora sabemos que aprender a superar los desafíos durante la adolescencia desarrolla la iniciativa, una característica importante de cómo perseguimos con éxito los objetivos.

Iniciativa: una habilidad incomprendida

Como investigador, he pasado varios años estudiando cómo los adolescentes se comprometen con objetivos significativos. A menudo, me sorprenden las percepciones erróneas comunes que tienen las personas sobre lo que significa poseer iniciativa. Algunos creen que los niños nacen con un gen de iniciativa o que la palabra simplemente implica motivación . Otros lo confunden con el logro . Por ejemplo, si un niño obtiene una calificación A o es aceptado en una universidad de prestigio, entonces las personas piensan que deben tener iniciativa. Es una de esas palabras confusas , que plantea nociones de todo, desde si los niños se ofrecen como voluntarios para lavar los platos hasta si tienen éxito en el fútbol.

Si bien la iniciativa es comprensiblemente compleja, muchos años de investigación nos ayudan a apreciar su importancia y por qué algunos jóvenes tienen más que otros. En pocas palabras, la iniciativa es la capacidad de impulsar la vida hacia adelante en direcciones útiles. Implica motivación interna y medios externos para lograr objetivos a largo plazo.

La iniciativa se desarrolla en la adolescencia, mediante experiencias de dominio y mediante relaciones de apoyo que los adolescentes forman con los adultos. Estas experiencias y relaciones representan más del 75% del éxito de la vida, más que el CI y los genes combinados.

Dado que la iniciativa se puede utilizar para lograr el bien o el mal, es importante tener en cuenta que la iniciativa positiva se desarrolla cuando los niños son inculcados con valores como la bondad, la compasión y la empatía hacia los demás. Cuando los adolescentes integran estos valores en sus identidades, es más probable que tomen la iniciativa de forma tal que se beneficien a sí mismos, a la sociedad y a sus futuros empleadores.

Experiencias que enseñan Iniciativa

La iniciativa se aprende cuando los adolescentes participan en cierto tipo de actividades, a lo largo del tiempo. Cómo se fomenta la iniciativa en la juventud es el núcleo de mi libro, Tomorrow's Change Makers: Reclamando el poder de la ciudadanía para una nueva generación . Estudié las vidas de jóvenes infundidos por iniciativa: adolescentes que estaban activamente comprometidos con una causa cívica. Mi investigación apoyó otros estudios que identificaron tres aspectos importantes del aprendizaje que ayudan a los jóvenes a participar con éxito en los objetivos.

Primero, los adolescentes deben elegir proyectos o actividades porque les da recompensas internas. Por ejemplo, las recompensas internas incluyen creatividad, dignidad, autonomía o hacer una diferencia en la vida de otras personas. La iniciativa no se desarrolla a través de recompensas externas, como calificaciones, premios ganadores o dinero. ¡Las calificaciones pueden llevar a los estudiantes a buenas universidades pero no pueden desarrollar iniciativas! Las aulas y las tareas no son lugares donde la iniciativa se desarrolla tradicionalmente porque la elección del estudiante es limitada. Pero muchos maestros han ideado formas de proporcionar a los adolescentes más autonomía en la forma en que prosiguen sus estudios. El aprendizaje-servicio es un ejemplo que brinda a los adolescentes opciones y recompensas internas, combinado con un enfoque en el aprendizaje académico. Otras opciones de actividades son fuera de la escuela, incluidos los deportes, la música y otras actividades que alimentan el alma .

En segundo lugar, a medida que los jóvenes participan en actividades de su propia elección, es importante que tengan lugar en entornos que contienen reglas, desafíos y complejidades que son inherentes al mundo real. Por ejemplo, los adolescentes deben enfrentar desafíos intelectuales, interpersonales e intrapersonales. Lejos de la influencia de padres protectores, deben tener oportunidades para pensar críticamente sobre sí mismos y el mundo, aprender a llevarse bien con sus compañeros y adultos, y reflexionar sobre su progreso. Pueden ser juzgados por otros y recibir comentarios que provoquen un ajuste a las estrategias o al comportamiento. Estas son experiencias importantes y valiosas que ayudan a los adolescentes a aprender a impulsarse a sí mismos.

Por último, los adolescentes deben aprender a sostener las actividades a lo largo del tiempo, a pesar de los desafíos. En lugar de hacer muchas cosas diferentes, es más útil enfocarse en unos pocos por períodos de tiempo más largos. Esto enseña perseverancia y brinda una mayor oportunidad para una variedad de desafíos. A menudo, el mayor aprendizaje proviene de las circunstancias más difíciles. Saber que pueden superar obstáculos, aprender de la lucha y beneficiarse de los errores sienta las bases para el éxito futuro.

Aliente a los adolescentes a desafiarse a sí mismos

Los adultos no necesitan ser observadores indefensos cuando los adolescentes cruzan el camino hacia la edad adulta. Conocer los tipos de experiencias que fomentan la iniciativa es el primer paso para ayudar a los adolescentes a obtener las experiencias que necesitan para convertirse en adultos exitosos. Cuando los adultos guían a los adolescentes hacia las actividades de construcción de iniciativas, los adolescentes aprenden a creer en sí mismos y en sus habilidades para alcanzar metas significativas.

Se puede encontrar información adicional sobre cómo los padres y educadores fomentan la iniciativa a través de elogios y tutoría en el artículo Route to Happiness: Fostering Initiative in Children and Adolecents .

Fuentes

Adlai-Gail, WS (1994). Explorando la personalidad autotélica. Disertación, Universidad de Chicago.

Bandura, A. (2001). Teoría cognitiva social: una perspectiva de agente . Revisión anual de psicología, 52, 1-26.

Csikszentmihalyi, M. (1997). Flujo de búsqueda: la psicología del compromiso con la vida cotidiana (1ª ed.). Nueva York: Libros Básicos.

Goleman, D. (1995). Inteligencia emocional Nueva York: Bantam Books.

Hekmer, JM (1996). Explorando el desarrollo óptimo de la personalidad: un estudio longitudinal de adolescentes. Disertación, Universidad de Chicago.

Larson, RW (2000). Hacia una psicología del desarrollo positivo de la juventud. American Psychologist, 55 (1), 170-183.

Autor

Marilyn Price-Mitchell, PhD, es autora de Tomorrow's Change Makers: Reclamando el poder de la ciudadanía para una nueva generación. Una psicóloga e investigadora del desarrollo, trabaja en la intersección del desarrollo y la educación positivos de los jóvenes.

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