Mary Kennedy: Tragedia del Trastorno Límite de la Personalidad

El número del 18 de junio de 2012 de la revista Newsweek presenta una historia de portada sobre el trágico suicidio de Mary Richardson Kennedy, esposa separada de Robert F. Kennedy Jr. Esta inquietante historia de una mujer con problemas es un recordatorio del trastorno de personalidad límite que puede extraer de una familia.

En el informe de la revista Mary Kennedy representa las caras extremas de BPD. Lo que era emocionante, aventurero y atractivo podría volverse cruel y peligroso. Lo creativo y meticuloso podría mutar en obsesión y dependencia. Mary tuvo problemas con un trastorno alimentario en la adolescencia. Ella estuvo activa en la vida nocturna de Manhattan, festejando con Andy Warhol y su gente. Ella se volvió dependiente del alcohol. Atraída por la luminiscencia de las celebridades del clan Kennedy y el impetuoso peligro de una aventura amorosa, ella comenzó la relación con Bobby mientras todavía estaba casado. Dentro del año, Mary, embarazada de seis meses, se convirtió en su segunda esposa.

Esta historia de temeridad, adicción y atracción por hombres poderosos, a menudo narcisistas, se observa a menudo en las mujeres fronterizas. Mary Kennedy exhibió muchos signos pronósticos positivos y negativos en BPD. Ella era talentosa, atractiva e inteligente, con amigos y familiares de apoyo. Pero también era hostil, agresiva y alcohólica. Sus arrebatos de ira y amenazas suicidas fueron dramatizados en presencia de sus hijos. Ella atacó físicamente a Bobby en varias ocasiones. Cuando pidió el divorcio y continuó una serie de asuntos flagrantes, su enojo y amenazas aumentaron. La participación de la corte amenazó con otorgar la custodia de sus hijos a Bobby. Finalmente, ella se colgó en el establo en la finca familiar.

Aunque estudios recientes demuestran que el BPD por lo general mejora significativamente con el tiempo, estas estadísticas están obsesionadas con una tasa de suicidio de alrededor del 10%. Una mayor comprensión y educación sobre este trastorno -su pronóstico esperanzador, unido a su espantoso riesgo- puede alentar a las víctimas de BPD (pacientes y sus seres queridos) a buscar tratamiento. Como dijo un amigo de la familia: "Amaba a Mary … La adoraba. No adoro lo que el trastorno de personalidad límite le hizo a ella ".