Paul Ricoeur y la identidad narrativa

por Guest Blogger Seamus Barker PhD Candidate (Humanidades Médicas)
Centro de Valores, Ética y Ley de Medicina (VELiM)
Facultad de Medicina
La Universidad de Sydney

El filósofo francés Paul Ricoeur (1913-2005) desarrolló una narración de la identidad narrativa y narrativa que ha sido muy influyente. Filósofo profundamente comprometido con las tradiciones hermenéuticas, fenomenológicas, psicoanalíticas y existenciales, sus ideas siguen resonando en una amplia gama de contextos, incluyendo cualquier lugar donde se teorizan las versiones narrativas y narrativas de la psicología.

Ricoeur argumentó contra las versiones esencialistas del sujeto humano, como la del cogito cartesiano racional y aislado, pero también contra las versiones posmodernas de un no sujeto radicalmente descentrado, determinado por el discurso (Foucault) o el lenguaje (Derrida).

En cambio, Ricoeur defiende una versión del sujeto humano en la cual la identidad personal no es completamente estable o auto-transparente, pero tampoco es incoherente o auto alienada. El sujeto humano, desde el "giro lingüístico" en la filosofía, se ha entendido que tiene acceso a sí mismo (y al mundo) solo como mediado por el lenguaje. Para Ricoeur, esta relación de uno mismo es esencialmente una de interpretación activa, en lugar de auto-autoría completamente autónoma.

Este sujeto humano fenomenológico hermenéutico emerge, para Ricoeur, esencialmente a través de la narrativa. "Narrativa" significa más que simplemente una historia aquí; la narrativa se refiere a la forma en que los humanos experimentan el tiempo, en términos de la forma en que entendemos nuestras potencialidades futuras, así como la forma en que organizamos mentalmente nuestro sentido del pasado.

Más específicamente, el pasado, para Ricoeur, exige narrativización. Los seres humanos tienden a llevar a cabo el "emplotment", ya que unimos eventos pasados ​​dispares en un todo significativo, estableciendo conexiones causales y significativas entre ellos. Estas atribuciones de causalidad, en las que participan otros sujetos humanos, implican necesariamente implicaciones de la responsabilidad moral, por lo que el yo narrativo se establece ineluctablemente en un universo moral. Para Ricoeur, esta figuración retrospectiva de los eventos en una unidad significativa ocurre desde el punto final de la historia (el momento presente, para el individuo). De esta manera, los eventos anteriores y sus significados se ajustan a un patrón que solo se ve desde la perspectiva posterior. Ricoeur reconoce que esta lógica narrativa puede conducir a atribuciones engañosas de causalidad y propósito (pensamiento teleológico), aunque este no es un resultado necesario del desarrollo narrativo.

El futuro también existe en términos de una "narratividad incipiente": siempre se entiende como un conjunto de narrativas potenciales en las que podríamos participar. Así como, para Martin Heidegger, nuestro entendimiento, o verstehen, nos revela intuitivamente el mundo, en términos de un sentido orientado hacia el futuro de la pluralidad de potencialidades para la acción que tenemos ante nosotros, para Ricoeur esta precomprensión siempre se da a través de una "semántica de acción", es decir, un sentido siempre rico en sentido de posibles elecciones, acciones y sus consecuencias, ya que podrían integrarse en nuestras estructuras más amplias de significado.

Existen tensiones interesantes entre la versión de Ricoeur del sujeto humano y la del compañero filósofo francés (y psicoanalista) Jacques Lacan. Riceour describe muy útilmente cómo las narrativas, o incluso una sola identidad narrativa, pueden existir fácilmente en el Imaginario, el modo en que se hacen las identificaciones, como las formadas con los propios padres o la propia imagen en el espejo, que se acumulan para formar el ego.

A pesar de este potencial para que el individuo se identifique con una narrativa, como la historia de un héroe o una princesa, y así constituye parcialmente un sentido de sí mismo que es ilusorio, Ricoeur se aferra al sentido de que el sujeto puede, sin embargo, incorporar narraciones existentes el suyo, a través de la interpretación y el desarrollo, y mediante esta actividad se abren nuevas -y reales- potencialidades para que el sujeto esté en el mundo.