¿Quién fue Narciso?

La historia de Narciso y su significado.

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Una persona con trastorno narcisista de la personalidad tiene una sensación extrema de auto importancia, un sentido de derecho y una necesidad de ser admirado. Él tiene envidia de los demás y espera que sean lo mismo de él. Le falta empatía y fácilmente miente y explota a otros para lograr sus objetivos. Para otros, puede parecer egocéntrico, controlador, intolerante, egoísta o insensible. Si se siente obstruido o ridiculizado, puede volar en un ataque de ira destructiva y venganza. Tal reacción a veces se denomina “ira narcisista” y puede tener consecuencias desastrosas para todos los involucrados.

El mito de Narciso

El trastorno narcisista de la personalidad se llama así por el mito griego de Narciso, del cual hay varias versiones. En la versión de Ovidio, que es la más comúnmente relacionada, la ninfa Eco se enamora de Narciso, un joven de extraordinaria belleza. De niño, Narciso había sido profetizado por Teresias, el profeta ciego de Tebas, para ‘vivir hasta una edad avanzada, siempre que nunca se conociera a sí mismo’.

Un día, Echo siguió al Narciso crecido a través del bosque mientras iba a cazar ciervos. Anhelaba hablar con él, pero no se atrevió a pronunciar la primera palabra. Al escuchar sus pasos, el joven gritó: “¿Quién está allí? a lo que ella respondió, ‘¿Quién está ahí?’ Cuando finalmente se reveló a sí misma, corrió a abrazar a Narciso, pero él la despreció y la apartó. Echo pasó el resto de su vida ansiando a Narciso, y lentamente se marchitó hasta que no quedó nada de ella excepto su voz.

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Algún tiempo después de su encuentro con Echo, Narciso fue a saciar su sed en un charco de agua. Al ver su propia imagen en el agua, se enamoró de ella. Pero cada vez que se inclinaba para besarlo, parecía desaparecer. Narciso estaba cada vez más sediento, pero no abandonaría ni perturbaría el charco de agua por temor a perder de vista su reflejo. Al final, murió de sed, y allí, en ese mismo lugar, apareció la flor del narciso, con su cara brillante y su cuello inclinado.

Interpretación

¿Qué significa este mito? En un nivel, es una advertencia tratar a los demás como nos tratarían, y en particular ser considerados al responder al afecto de los demás, que, como ocurre con Echo, a menudo son tan crudos y viscerales que son existenciales. Pobre Echo no tenía yo y no estaba fuera de Narciso.

En otro nivel, el mito es una advertencia contra la vanidad y el amor propio. A veces nos enredamos tanto en nuestro ser, en nuestro ego pequeño, que perdemos de vista nuestra visión más amplia y, como resultado, pasamos por alto la belleza y la generosidad que es la vida. Paradójicamente, al estar demasiado envueltos en nosotros mismos, en realidad restringimos nuestro rango de percepción y acción y, en última instancia, nuestro potencial como seres humanos. Y entonces, en cierto sentido, nos matamos, como tantas personas ambiciosas.

Nuestro yo, nuestro ego, no es más que una ilusión, nada más sustancial que el reflejo de Narciso en el charco de agua. En última instancia, los límites del ego de Narciso se disuelven en la muerte y se fusiona de nuevo en el mundo en forma de una flor.

Echo no tenía suficiente ego, y Narciso demasiado: la clave es encontrar el equilibrio correcto y dinámico, para estar seguro y, sin embargo, para disociarse.