Tres hábitos La gente tranquila nunca practica

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Una de las lecciones más difíciles de dominar cuando se trata de sus emociones es internalizar el hecho de que la calma es un trabajo interno.

Ya sea que esté preocupado por la entrevista de trabajo de mañana o la posibilidad de una interrupción inminente, no es fácil canalizar pensamientos tranquilizadores. Pero antes de darse por vencido, o de decirse a sí mismo: "Estoy conectado de esta manera", considere esto: solo toma unos minutos al día para ponerse del lado correcto de la calma.

Crear paz interior es similar a seguir una nueva receta para la cena. Debe reunir sus ingredientes, comenzar desde el primer paso y construir desde allí. Como les digo a mis clientes de terapia, "Los hábitos no son sexys, pero funcionan".

Las personas tranquilas no nacieron necesariamente con un sistema nervioso central equilibrado, pero aprendieron lo que no funciona , específicamente, tres trampas comunes que mantienen a muchas personas bien intencionadas atrapadas en la cinta de la ansiedad:

1. La gente tranquila no se queda atrapada en la rumia.

La palabra "rumiar" deriva del significado latino para masticar cud, un proceso menos que apetitoso en el que el ganado muele, traga, luego regurgita y vuelve a comer su alimento. Del mismo modo, los rumiadores humanos reflexionan sobre un problema ad nauseam. La obsesión por cada posible escenario no solo aumenta la ansiedad, sino también la depresión.

Numerosos estudios longitudinales apuntan a los efectos negativos de la rumiación: por ejemplo, una investigación realizada en residentes del Área de la Bahía que experimentaron el terremoto de San Francisco en 1989 encontró que aquellos que se autoidentificaron como rumiantes presentaron más síntomas de depresión y trastorno por estrés postraumático.

Qué hacer en cambio: detenga la charla mental. Cuando te encuentres en el bloque inicial de los Juegos Olímpicos Parlantes, da un paso atrás y calmar tu mente activa al explorar tus opciones. Este artículo ofrece información detallada sobre el cambio de pensamiento.

2. La gente tranquila no pospone las cosas.

Nada aumenta la ansiedad como evitar las fuentes subyacentes de tus problemas. Desplazarse por las cuentas de redes sociales de su pareja para comprobar que hizo trampa durante su viaje de negocios, o espiar sus mensajes de texto mientras se ducha, no lo acercará más a tener esa conversación sobre la confianza.

Un estudio multiuniversitario de 2014 encuestó a casi 4,000 participantes de 19 países sobre su salud mental y sus sentimientos sobre la acción versus la inacción. Los investigadores encontraron que las personas ansiosas expresan predominantemente sentimientos negativos hacia la acción.

Otros estudios se han centrado en la procrastinación crónica como una estrategia emocional para lidiar con el estrés. Contrariamente a la creencia popular, la procrastinación crónica en realidad no está vinculada al perfeccionismo , sino más bien a la impulsividad , según Piers Steel, investigador y autor de La ecuación de la procrastinación.

Qué hacer en su lugar: la mejor manera de evitar la ansiedad es a través de la acción . Si no está seguro de cómo despegarse y ponerse en movimiento, aquí hay 22 sugerencias para orientarlo en la dirección correcta.

3. Las personas tranquilas no se estancan en habilidades de afrontamiento no saludables.

Un evento estresante causa pensamientos preocupados, que luego activan la amígdala, el área del cerebro responsable de la respuesta al miedo, también conocida como "lucha-vuelo-congelación", que conduce a una mayor excitación física, pensamientos más preocupantes y reacciones físicas más intensas. Se produce una ansiedad fugitiva porque cada nueva preocupación se siente como un ataque. Internalizar el estrés, reaccionar de forma exagerada o automedicarse con alimentos, drogas o alcohol son solo algunos de los comportamientos autodestructivos.

Qué hacer en cambio: concéntrese en la atención plena. La antigua práctica budista nos enseña a prestar atención a lo que prestamos atención. Los esfuerzos intencionales para desacelerar la mente y el cuerpo crean espacio entre nuestros problemas y nuestras reacciones. Cuando nos sentimos cómodos con el aquí y ahora, podemos comenzar a ver el presente con una lente sin obstrucciones, libre de agravios pasados ​​o eventos futuros catastróficos.

La ansiedad es, sobre todo, la excesiva atención a las preocupaciones y la falta de atención a la resolución de problemas. Elige hacer las cosas de manera diferente la próxima vez que te encuentres cayendo en prácticas habituales que te dejan estresado y privado de sueño.

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Copyright 2017 Linda Esposito, LCSW