Vemos en otros lo que esperamos ver

Imagine que tres personas realizan exactamente el mismo camino en una competencia de canto. Luego se le pide que evalúe a estas tres personas. ¿Les darías evaluaciones idénticas? ¿Otros?

Hay docenas de factores que podrían influir en estas evaluaciones que no tienen nada que ver con la forma en que cada persona realmente se desempeñó. Por ejemplo: ¿Cómo se ve cada persona? Es la persona hombre o mujer? ¿De qué raza es cada persona?

Pero me gustaría centrarme en lo que sabemos sobre la persona que participa en el espectáculo. Imagine, por ejemplo, que sabemos que una de las personas posee valores que son radicalmente diferentes a los nuestros. La investigación sugiere que evaluaríamos cómo esta persona hizo más negativamente, incluso si las diferencias de creencias no tienen una relación real con el rendimiento. Lo mismo sería cierto si escuchamos a un amigo decir algo negativo acerca de esta persona antes de juzgarlos; otra vez tenderíamos a evaluar a la persona peor de lo que hubiera sido de otra manera.

Entonces, por ejemplo, si tuvieras un jefe o un profesor universitario que descubrieras que tiene creencias políticas diferentes a las tuyas, ese profesor o jefe debería hacer un mejor trabajo para que pienses mejor de ellos que si tuvieran las mismas creencias políticas. como tu. Lo mismo vale para cualquier creencia en realidad.

Dicho de otra manera, las actitudes que tenemos sobre alguien que entra en una situación no pueden tener nada que ver con lo bien que realmente lo hacen, pero esto tendrá una gran influencia en la forma en que los evaluemos.

Entonces, la próxima vez que evalúes negativamente a alguien, tal vez te detengas a reflexionar sobre si esto está realmente relacionado con su desempeño, o sobre una creencia negativa que sostienes sobre esa persona, o sobre un grupo al que pertenecen, yendo a esa evaluación.

Y para no gritar "pero no soy parcial", permítanme señalar que una amplia gama de investigaciones sobre el punto ciego del sesgo (el trabajo de Emily Pronin en Princeton) indica que nadie cree que sean susceptibles a estos prejuicios. Todos pensamos que somos inmunes a ellos, y solo impactan a todos los demás. Pero, todos no podemos ser la excepción a la regla; de hecho, todos componemos la regla. La verdad es que soy parcial, y tú también, ¡y también lo son todos!

Hasta cierto punto, vemos en otros lo que esperamos ver en los demás.