Cuando la vida te lanza una bola curva

En mi función de consejero, he aprendido mucho sobre las diferentes maneras en que las personas pueden hacer frente al cambio, manejar los desafíos o superar los obstáculos en la vida. He llegado a creer que la gente responde de una de las tres formas básicas en que la vida arroja una bola curva a su manera.

¿Preocupado en las líneas laterales?

Primero, están aquellos que se paran al margen de la vida, retorciéndose las manos. Esperan que alguien, cualquiera menos ellos, salte y tome la iniciativa para hacer frente al problema. Los luchadores de manos en el mundo están convencidos de que no tienen lo que se necesita para enfrentar un desafío o preferirían que alguien más hiciera el trabajo pesado.

Perdido en el campo izquierdo?

Luego están los que están pasando el rato en el jardín, jugando con los pulgares, sin darse cuenta de que un gran desafío se dirige hacia ellos. Si bien es posible que no impidan el progreso, no están haciendo nada para avanzar en el proceso. Estas personas en realidad pueden ser ajenas al meteoro que se precipita hacia ellos o simplemente pueden estar "fingiendo no tener idea" para que se absuelvan de cualquier expectativa sobre la respuesta a la crisis.

Jugando por la victoria?

Por último, están aquellos que están listos para arremangarse y ponerse a trabajar. Puede que no tengan todas las respuestas, pero están dispuestos a ayudar y hacer todo lo que puedan para avanzar. Irradian la competencia y hacen que los demás sientan que tienen todo bajo control. A veces, la apariencia de confianza y una actitud positiva pueden cambiar el impulso de un juego en muy poco tiempo.

¿De qué lado está usted?

En esencia, cuando enfrentamos un desafío en la vida, básicamente hay tres formas de responder: 1) Permanecer al margen del problema y retorcerse las manos al ceder a la duda y al miedo; 2) Pretender que no puede ver el problema y juguetear con los pulgares ajeno a la crisis que se desarrolla a su alrededor; o 3) Ascender, remangarse las mangas y lanzarse como pueda. La investigación muestra que la actitud y la confianza influyen positivamente en el rendimiento. Suena muy parecido a la antigua promesa "Constrúyelo y ellos vendrán", ¿no es así?

Hay un viejo dicho que dice que lo único constante es el cambio. Con la cantidad de cambios que el mundo parece estar ofreciendo últimamente, esperemos que la cantidad de personas que están listas para arremangarse supere en número a las que no lo hacen cuando nuestro equipo vaya al bate.