El vínculo entre el dolor y la depresión

Unos 25 millones de estadounidenses sufren de depresión, y el doble padece dolor crónico. No es sorprendente que un número significativo de personas con dolor crónico también tengan depresión. Como cuestión de hecho, algunos que sufren dolor crónico no sufren dolencias físicas en absoluto. En cambio, la depresión subyacente se presenta como dolor físico. La razón: el dolor y la depresión comparten caminos similares. Tanto el dolor como la depresión alteran el metabolismo de dos neurotransmisores cerebrales (sustancias químicas) llamados serotonina y norepinefrina.

Un remedio para tratar el dolor crónico es usar antidepresivos, que restablecen el equilibrio de los dos químicos anteriores en el cerebro. Aquellos que sufren dolor percibirán una disminución del dolor.

Tanto el dolor como la depresión también disminuyen el sueño REM, que es necesario para un correcto funcionamiento. El uso de narcóticos o alcohol excesivo trastorna aún más el sueño REM. Esto puede conducir al empeoramiento del dolor y la depresión, creando un círculo vicioso.

El ejercicio puede ayudar; la actividad física libera endorfinas que restablecen el sueño REM y, por lo tanto, disminuye el dolor y la depresión. Aquellos que sufren dolor crónico o depresión deben participar en al menos treinta minutos de ejercicio aeróbico la mayoría de los días de la semana. Esto ayudará a minimizar los síntomas de dolor o depresión y minimizar la dependencia de los medicamentos.

Vijay Vad, MD

Autor de Stop Pain (Hayhouse será lanzado el 1 de mayo de 2010)

Especialista en Medicina del Deporte en el Hospital de Cirugía Especial en Nueva York