Los cinco ingredientes clave de una apología eficaz

Use estos 5 consejos para avanzar la relación y crecer como persona.

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Pocos de nosotros disfrutamos disculpándonos, admitir ante nosotros mismos y ante otra persona que cometimos un error, y que nuestras acciones causaron daño a otra persona, tal vez a alguien que realmente nos importa. Pero aprender a disculparse bien es un sello distintivo de un líder emocionalmente inteligente.

Es fundamental poder reconocer cuándo ha transgredido, admitir fallas y realizar el difícil trabajo emocional e interpersonal necesario para reparar una relación dañada. Con esto en mente, aquí hay algunos consejos para aprender a disculparse de una manera que repara y mantiene sus relaciones más preciadas.

1. Revisa tu ego en la puerta y toma la perspectiva de la otra persona.

Nuestro impulso de autoprotección es enfocarnos internamente, en nosotros, y encontrar la manera de protegernos a nosotros mismos y a nuestro ego de lo que hemos hecho mal. Pero el primer consejo es hacer todo lo que pueda para contrarrestar esa tendencia centrada en uno mismo. En cambio, mantén la concentración tanto como sea posible sobre la razón por la que estás haciendo este trabajo duro de disculparse en primer lugar: presumiblemente porque te preocupas por la otra persona y la relación. Trabaja duro para entender la perspectiva de la otra persona, y al hacerlo, es posible que te resulte más fácil entregar esa sincera disculpa.

2. Dé una declaración clara del tipo “Lo siento”.

Cuando llegue el momento de transmitir el mensaje, diríjase a la persecución y cuéntele a la persona que lo siente. Expresar arrepentimiento. Y sé genuino y sincero en tu tono, idealmente con verdadera contrición auténtica. Además, sea específico y responsable; reconozca su papel en causar el daño. No diga que sea indirecto y vago, expresando arrepentimiento por “lo que sucedió”. En cambio, dígales directamente que lamenta lo que hizo.

3. Explícate a ti mismo, pero no demasiado, y no lo conviertas en una excusa.

Es natural querer explicarte cuando te disculpes. Y está bien hacerlo, siempre y cuando no pienses en la explicación o la uses como excusa. Por ejemplo, podría considerar decir algo como: “Realmente lamento que te haya dicho eso. Estaba realmente enojado, pero eso no es excusa para decir lo que hice … ”

4. Demuestra que entiendes el impacto de tus acciones.

Toma la perspectiva de la otra persona. Trate de imaginar cómo se sintió que ellos fueran los receptores de lo que usted hizo. Y siéntete libre de expresarles esto: que estás tratando de tomar su perspectiva tanto como puedas. Por ejemplo: “Realmente lamento que te haya dicho eso. Estaba realmente enojado, pero eso no es excusa para decir lo que hice. Solo puedo imaginar lo herido que debiste haber sido por lo que dije … ”

5. Solicite perdón y exprese su intención de cambiar.

El objetivo de cualquier disculpa, en realidad, es reparar la relación y seguir adelante. Esto podría no suceder inmediatamente, especialmente si realmente lastimaste a la otra persona. Pero idealmente debes pedir perdón y expresar tu intención de cambiar. Por ejemplo: “Realmente lamento que te haya dicho eso. Estaba realmente enojado, pero eso no es excusa para decir lo que hice. Solo puedo imaginar lo herido que debiste haber sido por lo que dije. Prometo que trabajaré para controlar mis emociones y nunca volveré a decir algo así “.

Al final, las disculpas son difíciles, pero con la actitud y el tono adecuados, encontrarás la manera de hacer avanzar la relación y crecer como persona.

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