Por los siglos de los siglos…..

Me sorprendió el titular, "Actividad de la fábrica de EE. UU. Se expande", que registra las ganancias recientes en la expansión del sector manufacturero de EE. UU. Crecí en el día cuando Big Steel, Detroit y otras compañías manufactureras impulsaron nuestra economía. Nunca se les ocurrió a aquellos que construyeron esas grandes instituciones, que no continuaría para siempre. Un cambio de paradigma era imposible, pensaron. Nadie consideró que nuestros procesos fueran obsoletos, nuestros costos prohibitivos y que las empresas con una visión clara, en otro país construirían nuevas fábricas y producirían un producto mejor y más barato. Como vemos en las noticias económicas mundiales actuales, su dominio no va a durar para siempre. Los hechos son claros, estamos avanzando a pasos agigantados si continuamos innovando y cambiando.

Estamos constantemente en un estado de cambio, subiendo y bajando en el espectro del crecimiento-contracción-recesión-crecimiento y así sucesivamente. No hay constante -sólo se mueve hacia adelante o se aleja- alcanzando una parte superior e inferior en momentos muy finitos (que solo se puede descubrir en retrospectiva), acompañada de un flujo interminable de información que respalda por qué no nos estamos moviendo, pero están atrapados en nuestro hoy para siempre; eso es hasta que las noticias de mañana presenten un argumento convincente de por qué hoy realmente representa para siempre.

No es diferente en nuestra vida financiera personal. Estamos avanzando hacia el éxito o estamos avanzando hacia una mayor dificultad. Al igual que la economía, podemos tomar medidas que aceleren el proceso: hacia arriba o hacia abajo. Sin embargo, a diferencia de la economía, no tenemos que lidiar con el Congreso, el Banco de la Reserva Federal, la política monetaria del gobierno o cambios en el código tributario para estimular el crecimiento o reducir el déficit. Somos afortunados de que nuestro comportamiento personal y nuestras elecciones pueden crear cambios significativos muy rápidamente.

Para algunos, acumular riqueza para la educación universitaria o la jubilación es la fuerza motriz necesaria para realizar cambios. Para otros, salir de la deuda es su primera gran montaña en escalar. Independientemente de dónde se encuentre, su comportamiento determinará su éxito. Cambiar el comportamiento puede ser un desafío significativo. Nuestros comportamientos provienen de nuestras creencias, de lo que creemos sobre algo. Esas creencias surgen de nuestra experiencia: lo que escuchamos, lo que leemos, lo que vemos. Por ejemplo, las personas que tienden a endeudarse creen que DEBEN gastar dinero en artículos que creen que se sumarán a su prestigio o reputación, independientemente de que tal vez no sea así, es en lo que creen. Esas creencias actúan como soporte para su comportamiento de exceso de gasto, lo que crea la situación de la deuda y la infelicidad que trae consigo.

Para salir de los comportamientos que crean la infelicidad y el caos, debemos examinar nuestras creencias. No es cierto que conducir un automóvil de lujo lo haga exitoso si no puede pagar los pagos con facilidad. Desafortunadamente para muchos, estos comportamientos se vuelven tan arraigados que creen que esta será su vida para siempre. Esta es otra mentira. Solo será para siempre si lo hacen para siempre: se pueden hacer cambios para mejorar su situación y lograr un verdadero éxito y seguridad.

Piensa en lo siguiente:

1. ¿Cuáles son sus creencias sobre el dinero y el éxito?

2. ¿Cuáles son sus comportamientos en relación con los gastos y el ahorro?

3. ¿Estás en deuda?

4. ¿Estás ahorrando lo suficiente para lograr tus objetivos?

5. ¿Qué tan importantes son tus metas? ¿Son MUSTS?

6. ¿Qué estás dispuesto a hacer para mejorar tu situación actual?

7. ¿Cómo sería el futuro mejor si realiza los cambios apropiados?

Al igual que la caída de la manufactura que ha experimentado nuestro país en los últimos treinta años, no tiene que ser para siempre; se producirán grandes éxitos si está dispuesto a hacer cambios.