Los adolescentes de hoy en día crecen con un conjunto de parámetros sociales completamente diferente de cualquier generación antes que ellos, gracias a los avances en la tecnología.
Las investigaciones revelan que alrededor del 75 por ciento de los adolescentes estadounidenses tienen su propio teléfono, tableta o dispositivo similar. La gran mayoría de los adolescentes está utilizando estos dispositivos para las redes sociales, como Facebook, Instagram o Snapchat. Si bien estas plataformas brindan a los adolescentes la oportunidad de conectarse con sus pares de maneras nuevas y diferentes, también abren el potencial a nuevas formas de intimidación.
El conjunto de pruebas sobre adolescentes y redes sociales considera que el acoso cibernético es un problema grave. Alrededor del 25 por ciento de los adolescentes informan haber sido víctimas de acoso cibernético. (Los investigadores definen el acoso cibernético como daño voluntario y repetido infligido mediante el uso de computadoras, teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos). Los estudios demuestran que las víctimas de acoso cibernético corren mayor riesgo de tener problemas graves, incluidos síntomas psicosomáticos como dolores de cabeza, estómago y sueño , falta de apetito, pensamientos sobre el suicidio y baja autoestima.
Como sociedad, ¿qué podemos hacer con este problema? Los investigadores de enfermería de la Universidad Estatal de Ohio observaron sistemáticamente las intervenciones disponibles para ayudar a las víctimas del acoso cibernético, y también evitaron este comportamiento. Su objetivo era desarrollar un marco para alentar a los médicos y enfermeras a hablar con los jóvenes. Pero sus hallazgos pueden ayudar a los jóvenes en cualquier entorno a conocer y enfrentar el acoso cibernético.
"No existe una solución tecnológica pura para el acoso cibernético", explicó Dominic DiFranzo, asociado postdoctoral en el Departamento de Comunicaciones de Cornell. "Los sistemas automáticos actuales que encuentran, marcan y eliminan contenido agresivo pueden ayudar, pero también son muy inexactos, ya que las máquinas no pueden entender los matices sociales o el contexto. En lugar de buscar maneras de automatizar este problema, necesitamos explorar nuevos diseños y modelos en las plataformas de redes sociales que aumenten y alienten la empatía, la responsabilidad y la intervención ".
Sí, los jóvenes de hoy están aprendiendo y creciendo en un entorno social único. Pero hay medidas que los educadores, padres y proveedores de salud pueden tomar para ayudar a los adolescentes a navegar en este nuevo territorio de la mejor manera posible.