¿Sentirse deprimido? La disfunción intestinal-cerebral puede ser de culpa

Las nuevas teorías de la depresión enfatizan el papel de la microbiota intestinal y el intestino permeable.

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La depresión es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo. Se ha estimado que 1 de cada 5 personas experimentará depresión durante su vida. Alrededor del 85 por ciento de las personas que experimentan un primer episodio de depresión recaerán en los próximos 10 años. Si bien la terapia cognitiva y los antidepresivos que aumentan la serotonina pueden ser tratamientos efectivos para la depresión, estos tratamientos no funcionan para más de un tercio de los pacientes deprimidos. Teorías más recientes de la depresión sugieren que puede haber un desequilibrio en la microbiota intestinal y una disfunción en el eje que conecta el intestino con el cerebro. Este artículo explicará algunos de estos mecanismos.

El papel de la microbiota intestinal

El intestino es el órgano más grande del cuerpo humano y contiene miles de millones de organismos llamados microbiota. De hecho, 90-95 por ciento de las células en el intestino son microorganismos, como bacterias, virus, hongos, etc. Un equilibrio saludable de microorganismos es esencial para la salud mental y física. Desafortunadamente, los aspectos de la vida moderna como el alto estrés, las dietas ricas en alimentos procesados, los antibióticos, los pesticidas y los entornos urbanos desinfectados han disminuido tanto la cantidad como la riqueza de la microbiota intestinal saludable, al tiempo que aumentan el nivel de microorganismos no saludables. Las últimas teorías de la depresión sugieren que el desequilibrio de la microbiota intestinal podría desempeñar un papel importante en este trastorno. Los pacientes deprimidos muestran un perfil diferente de microbiota intestinal de personas sanas. Su microbiota intestinal es menos diversa y menos rica que la de individuos sanos.

Cómo el desequilibrio de microbiota intestinal puede afectar la depresión

Ahora sabemos que la depresión no es solo un trastorno mental. Los pacientes deprimidos sufren de muchas afecciones al mismo tiempo, incluida la disfunción cerebral, la desregulación del sistema inmunitario y las alteraciones en las hormonas del estrés. La investigación muestra que la microbiota intestinal desempeña un papel vital en la inmunidad, el equilibrio hormonal y el funcionamiento del sistema nervioso. Nuevas teorías e investigaciones sugieren que el desequilibrio de la microbiota intestinal puede crear muchas de las condiciones asociadas con la depresión. La microbiota intestinal influye en el desarrollo del eje HPA, que regula la respuesta al estrés y participa en la liberación de cortisol. En las personas deprimidas y estresadas crónicamente, el eje HPA puede desregularse, lo que hace que circule un exceso de cortisol (una hormona del estrés). La microbiota intestinal también desempeña un papel en el funcionamiento del sistema inmunológico y regula la producción de mensajeros químicos llamados citoquinas. Un desequilibrio de las citocinas proinflamatorias puede provocar una inflamación crónica y afecciones autoinmunes que a menudo ocurren con la depresión. La microbiota intestinal también está involucrada en el funcionamiento del sistema nervioso. Un desequilibrio de la microbiota intestinal puede afectar el nivel de los neurotransmisores como la serotonina, que se sabe están implicados en la depresión. Otra investigación relaciona el desequilibrio intestinal de la microbiota con niveles reducidos de GABA, un químico cerebral involucrado en calmar la ansiedad. El cerebro y el intestino pueden comunicarse a través del nervio vago, un nervio grande que viaja por todo el cuerpo.

El Leaky Gut

Se ha sugerido que los cambios en la microbiota que resultan de una dieta poco saludable, el alcohol y otros factores pueden hacer que el revestimiento intestinal o el epitelio sean más permeables. El epitelio intestinal es un tipo de pared o barrera que está diseñada para prevenir que sustancias nocivas producidas por bacterias intestinales insalubres circulen hacia el cuerpo. Cuando el intestino se vuelve “permeable”, la inflamación crónica puede ocurrir debido a un aumento de la producción de citoquinas inflamatorias. La inflamación crónica también se ha encontrado en muchos pacientes deprimidos y puede explicar parcialmente la relación entre la depresión y la enfermedad cardíaca.

Tratamientos para la depresión basados ​​en el desequilibrio de microbiota intestinal

Algunos tratamientos nuevos para la depresión están diseñados para regular la microbiota intestinal. Estos tratamientos han demostrado cierto éxito en estudios con animales y en estudios preliminares en humanos.

Probióticos

Se ha demostrado que los probióticos en estudios en animales reducen las citoquinas inflamatorias. Un estudio publicado en el British Journal of Nutrition describió un ensayo de 30 voluntarios que viven con depresión. A estos voluntarios deprimidos se les administró un suplemento probiótico diario que combina las bacterias Lactobacillus y Bifidobacterium durante 30 días. Al final del ensayo, habían reducido “significativamente” los síntomas de trastornos psicológicos, incluida la depresión y la ansiedad. Además de los suplementos, los alimentos fermentados como el yogur y los pepinillos contienen probióticos.

Suplementos Omega-3

Algunas investigaciones sugieren que los suplementos de omega-3 pueden afectar la composición de la microbiota intestinal y aumentar la producción de compuestos antiinflamatorios, incluidos los ácidos grasos. Algunas investigaciones sugieren que los microbios intestinales, los ácidos grasos y la inmunidad pueden actuar juntos para mantener la integridad de la pared intestinal y reducir el intestino permeable. Los estudios de investigación han demostrado que los suplementos de omega-3 pueden ser útiles para algunos tipos de depresión. Las fuentes naturales de Omega-3 incluyen pescado, como el salmón, las sardinas y la caballa.

Resumen

Las nuevas teorías de la depresión enfatizan el papel de la insuficiencia intestinal, la microbiota intestinal y la disfunción del eje intestinal en la depresión. Algunos mecanismos posibles incluyen la fuga intestinal que conduce a una inflamación crónica, un eje HPA desregulado que produce un aumento de cortisol o cambios en las neuronas y neurotransmisores cerebrales, como la serotonina y el GABA. Tanto los probióticos como los omega-3 muestran una promesa inicial para equilibrar la microbiota intestinal y disminuir la depresión, pero la investigación aún se encuentra en las etapas preliminares.

Referencias

El eje de la tripa del cerebro: el eslabón perdido en la depresión. Evrensel A, Ceylan ME.Clin Psychopharmacol Neurosci. 31 de diciembre de 2015; 13 (3): 239-44. doi: 10.9758 / cpn.2015.13.3.239.

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