Sobreviviendo al cambio

Cómo afrontar y adaptarse a los retos que se derivan de los acontecimientos de la vida.

Oscar es un médico que trabajó en un hospital durante más de 11 años. Recientemente, un nuevo jefe de departamento realizó una serie de cambios administrativos que afectaron significativamente al personal médico. Aunque Oscar intentó adaptarse a los cambios, descubrió que no estaba disfrutando de su trabajo tanto como solía hacerlo y comenzó a tener sentimientos de temor cuando pensaba en la cantidad de ansiedad y decepción que podía soportar. Disfrutaba trabajando con sus compañeros de trabajo y sus pacientes, pero después de unos meses, sabía que si se quedaba en el hospital, su salud mental y física se vería afectada. Decidió dejar el lugar que amaba y tomó un trabajo en otro hospital en una ciudad vecina. Lamentó tener que hacer esto, pero no vio otra alternativa.

Arlene y su ex esposo vivieron en su hogar por más de 25 años. Fue allí donde criaron a sus tres hijos y donde hizo muchos amigos y se ofreció como voluntaria en agencias comunitarias. Han pasado dos años desde que se mudó su último hijo. Durante muchos meses, Arlene ha encontrado que la casa es demasiado grande. También requiere demasiado tiempo y esfuerzo para mantenerlo. En consecuencia, comenzó a pensar en mudarse a una residencia más pequeña en otra ciudad. Arlene cree que será un buen movimiento para ella, pero todavía está ansiosa por dejar el lugar y las personas que ha conocido durante tantos años.

Tanto Oscar como Arlene están experimentando situaciones en las que creen que el cambio es necesario para ellos debido a circunstancias externas. Además, ambos están haciendo el cambio desde un lugar que han conocido y disfrutado durante mucho tiempo y ahora van a un lugar desconocido. Aunque ellos son los que toman la decisión de “moverse”, su decisión no está libre de desafíos.

Muchas personas experimentan dilemas similares. Es posible que tengan que dejar un empleo, cambiar de residencia o pasar de vivir en casa a mudarse a la universidad. Casarse y comenzar una nueva vida con otra persona, así como elegir el divorcio, también requiere renunciar a una vida a la que uno puede haberse acostumbrado. Holmes y Rahe (1967) incluyen estos “eventos de la vida” que pueden ser muy estresantes. Por ejemplo, dejar un empleo, mudarse a una nueva residencia o casarse o divorciarse puede provocar sentimientos de

  • Miedo a lo desconocido
  • Preocupación: si has tomado la decisión correcta.
  • Culpabilidad: por dejar a quienes dependían de usted, como compañeros de trabajo, consumidores, vecinos y familiares.
  • Ira: si no quería hacer el cambio, pero creía que tenía que hacerlo.
  • Pérdida: con respecto a personas conocidas, entornos y rutinas.
  • Lamento: si cree que el cambio tiene más pérdidas que beneficios
  • Tristeza, extrañando lo que tenías

Se necesita energía y paciencia para comenzar un nuevo trabajo, acostumbrarse a una nueva situación de vida o tener (o no tener) un cónyuge. También se está arriesgando al aventurarse de lo familiar a lo desconocido. Puede que los viejos hábitos no funcionen, y habrá que desarrollar nuevas estrategias. Los cambios en áreas importantes de la vida de las personas pondrán a prueba sus recursos internos y requerirán adaptación para poder superar con éxito el estrés y otros efectos negativos. Pocas transiciones de la vida van sin problemas y sin esfuerzo. En consecuencia, cualquier cambio importante en la vida puede tener un costo.

Sin embargo, también hay aspectos positivos a los cambios de la vida. Por ejemplo, es una oportunidad para

  • Crece y expande: tus habilidades, experiencia y relaciones interpersonales
  • Comience de nuevo, sin verse afectado por el pasado
  • Emocionarse, por los desafíos, nuevas experiencias y oportunidades.
  • Obtenga una mayor conciencia de sí mismo, al aprender cómo manejar y adaptarse al cambio.

Hacer frente y adaptarse a los desafíos que se derivan de los cambios en la vida realza la confianza en sí mismo de una persona (Stewart, 1982). El individuo puede ver qué tan bien está haciendo las transiciones y, como resultado, ser más seguro de sí mismo y aceptarse a sí mismo como capaz y en control de la nueva situación. De hecho, cuando las personas se centran en los aspectos positivos del cambio y se dan cuenta de lo bien que se han adaptado, se refuerza la capacidad de recuperación.

Otra variable importante que puede ayudar al individuo es el apoyo de los demás. Tener a alguien en su esquina de quien pueda confiar para que lo guíe, lo aliente e incluso como una caja de resonancia puede infundirle esperanza y valor.

Si una persona está considerando hacer un cambio en su vida, un análisis de costo-beneficio puede ayudar en la toma de decisiones. Es decir, al decidir si realizar el cambio, ¿cuánto beneficio querría tener el individuo en comparación con el costo? Claramente, no todos los cambios en la vida están bajo el control de una persona; sin embargo, un análisis de costo-beneficio puede ser útil al ayudar a poner los problemas en perspectiva.

Ya sea que una persona se quede en una situación (problemática o no) o se vaya, ambas alternativas toman energía e incurren en riesgos. La forma en que las personas se adaptan a cualquier elección que haga puede ayudarse mediante el uso de sus fortalezas internas. Centrarse en lo positivo en lugar de lo negativo aumenta la capacidad de recuperación y la capacidad de las personas para hacer frente al estrés. Abre la puerta en vez de cerrarla. Amplía la perspectiva y las oportunidades de vida.

Nuestras vidas son un viaje y los caminos que tomamos pueden haber sido instigados por circunstancias negativas o positivas. El resultado de la aventura, sin embargo, puede verse influido por cómo lo abordamos. No solo podemos sobrevivir a grandes cambios en la vida, nuestras vidas pueden ser elevadas por ellos. Depende de nosotros decidir nuestro comportamiento y perspectiva.

Referencias

Holmes, TH, y Rahe, RH (1967). La escala de reajuste social. Revista de investigación psicosomática, 11, 213-218. doi: 10.1016 / 0022-3999 (67) 90010-4

Slotter, EB, y Walsh, CM (2017). Todas las transiciones de roles no se experimentan por igual: asociaciones entre el cambio personal, las reacciones emocionales y la claridad del autoconcepto. El yo y la identidad, 16, 531-556. doi.org/10.1080/15298868.2017.1280528

Stewart, AJ (1982). El Curso de Adaptación Individual a los Cambios de Vida. Revista de Personalidad y Psicología Social, 42, 1100-1113. doi.org/10.1037/0022-3514.42.6.1100