Una cura sexual para el síndrome de piernas inquietas: los pies no me fallan ahora

Recientemente apareció un informe de caso en "Medicina del sueño", que sugiere que la masturbación y las relaciones sexuales que provocan el orgasmo pueden aliviar los síntomas del síndrome de piernas inquietas. Mi primer pensamiento fue, No me hagas una paja. Pero, de nuevo, como señala este informe, el orgasmo da como resultado la liberación del neurotransmisor dopamina, un agente que parece desempeñar un papel en aliviar los incómodos síntomas del Síndrome de Piernas Inquietas. Y existe literatura que concluye que hay una escasez de dopamina en quienes padecen el Síndrome de Piernas Inquietas.

El informe antes mencionado involucró a un hombre de unos 40 años, que experimentó una noche de sueño completamente normal después de la masturbación o las relaciones sexuales. Entonces, ¿es el alivio de la dopamina, o simplemente esa liberación de energía orgásmica reprimida que Wilhelm Reich estaba tratando de domesticar durante gran parte de su carrera?

Curiosamente, dos medicamentos aprobados por la FDA para el Síndrome de Piernas Inquietas, Requip y Mirapex, proporcionan actividad similar a la dopamina.

Esta condición nocturna llamada síndrome de piernas inquietas se caracteriza por lo siguiente:
• Una necesidad apremiante de moverse, asociada con sensaciones desagradables en las piernas.
• Las sensaciones desagradables del Síndrome de Piernas Inquietas son peores o están exclusivamente presentes en reposo.
• Estas sensaciones desagradables pueden ser parcialmente, y generalmente temporalmente, aliviadas por la actividad.
• Las sensaciones desagradables siguen un patrón circadiano, y de nuevo, empeoran tarde en la noche.

Antes de la publicación de este informe, el enfoque general para el tratamiento del síndrome de piernas inquietas consistía en eliminar aquellas cosas que pueden causar el síndrome: medicamentos contra las náuseas, ciertos tipos de antidepresivos, antihistamínicos, cafeína, alcohol y nicotina.

Los horarios regulares de sueño y vigilia, un breve paseo antes de acostarse, un baño caliente y un masaje han sido útiles para la vida de quienes padecen el Síndrome de Piernas Inquietas.

Quizás a esta lista deberíamos agregar una cena romántica, seguida de tocar Bolero en una habitación iluminada con velas perfumadas.