6 consejos para dejar de pensar demasiado

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Fuente: eakkaluktemwanich / Shutterstock

Ya sea que se golpeen a sí mismos por un error que cometieron ayer o se preocupen por cómo van a tener éxito mañana, los analfabetos están plagados de pensamientos angustiosos, y su incapacidad para salir de sus propias cabezas los deja en un estado de constante angustia.

Si bien todos vuelven a pensar las cosas de vez en cuando, algunas personas simplemente no pueden calmar el constante aluvión de pensamientos. Su monólogo interno incluye dos patrones de pensamiento destructivos: reflexionar y preocuparse.

Rumiar implica volver a analizar el pasado:

  • No debería haber hablado en la reunión de hoy. Todos me miraban como si fuera un idiota.
  • Podría haber aguantado en mi viejo trabajo. Estaría más feliz si me hubiera quedado allí.
  • Mis padres siempre dijeron que no llegaría a nada. Y tenían razón.

La preocupación implica predicciones negativas, a menudo catastróficas, sobre el futuro:

  • Me avergonzaré mañana cuando presente esa presentación. Mis manos temblarán, mi rostro se pondrá rojo y todos verán que soy incompetente.
  • Nunca seré ascendido. No importa lo que haga. No va a suceder.
  • Mi esposo va a encontrar a alguien mejor que yo. Voy a terminar divorciado y solo.

Los analfabetos no solo usan palabras para contemplar sus vidas. A veces, conjuran imágenes. también. Pueden imaginarse que su auto se saldrá de la carretera o reproducir un evento angustiante en sus mentes como una película. De cualquier manera, su tendencia a pensar demasiado todo les impide hacer algo productivo.

Los peligros de pensar demasiado

Pensar demasiado en las cosas no es solo una molestia; puede afectar seriamente su bienestar. La investigación encuentra que pensar en sus deficiencias, errores y problemas aumenta su riesgo de problemas de salud mental. Y a medida que su salud mental disminuye, su tendencia a rumiar aumenta, lo que lleva a un círculo vicioso que es difícil de romper.

Los estudios también muestran que el pensamiento excesivo conduce a una angustia emocional grave. Para escapar de esa angustia, muchos pensadores excesivos recurren a estrategias de afrontamiento poco saludables, como el alcohol o los alimentos.

Si eres un experto en pensamiento, probablemente ya sepas que no puedes dormir cuando tu mente no se desconecte. Los estudios lo confirman, y encuentran que la rumia y la preocupación provocan menos horas de sueño y una peor calidad del sueño.

Cómo dejar de pensar demasiado

Es más fácil decirlo que hacerlo poner fin a las predicciones catastróficas, repetitivas y repetitivas. Pero con la práctica constante, puedes limitar tus patrones de pensamiento negativo:

1. Aviso cuando estás pensando demasiado

La conciencia es el primer paso para poner fin al pensamiento excesivo. Comienza a prestar atención a tu forma de pensar. Cuando te das cuenta de que estás repitiendo eventos en tu mente una y otra vez, o te preocupas por cosas que no puedes controlar, reconoce que tus pensamientos no son productivos.

2. Desafía tus pensamientos

Es fácil dejarse llevar por pensamientos negativos. Antes de concluir que llamar por enfermedad va a hacer que te despidan, o que olvidar una fecha límite te hará quedar sin hogar, reconoce que tus pensamientos pueden ser exageradamente negativos. Aprenda a reconocer y reemplazar los errores de pensamiento antes de que entren en un completo frenesí.

3. Mantener el enfoque en la resolución activa de problemas

Vivir en sus problemas no es útil, pero buscar soluciones sí lo es. Pregúntese qué pasos puede seguir para aprender de un error o evitar un problema futuro. En lugar de preguntar por qué sucedió algo, pregúntese qué puede hacer al respecto.

4. Programe tiempo para la reflexión

Abordar los problemas durante largos períodos de tiempo no es productivo, pero una breve reflexión puede ser útil. Pensar en cómo podría hacer las cosas de manera diferente o reconocer las posibles dificultades para un plan, por ejemplo, puede ayudarlo a mejorar en el futuro. Incorpore 20 minutos de "tiempo de reflexión" en su agenda diaria. Durante este tiempo, déjate preocupar, rumia o reflexiona sobre lo que quieras. Luego, cuando se acabe el tiempo, diríjase a algo más productivo. Cuando notes que piensas demasiado fuera de tu tiempo programado, recuérdate a ti mismo que lo pensarás más tarde.

5. Practica Mindfulness

Es imposible rehacer ayer o preocuparse por el mañana cuando estás viviendo el presente. Comprométete a ser más consciente del aquí y el ahora. La atención plena requiere práctica, como cualquier otra habilidad, pero con el tiempo, puede disminuir el pensamiento excesivo.

6. Cambia el canal

Decir que deja de pensar en algo puede ser contraproducente. Cuanto más trate de evitar que la idea ingrese en su cerebro, es más probable que siga apareciendo. Estar ocupado con una actividad es la mejor manera de cambiar el canal. Haga ejercicio, entable una conversación sobre un tema completamente diferente, o trabaje en un proyecto que distraerá su mente de un aluvión de pensamientos negativos.

AmyMorinLCSW.com
Fuente: AmyMorinLCSW.com

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