A Whole Lotta Hurtin 'en nuestro futuro

En un número del año pasado en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad, todos recordamos uno de los costos de vivir más tiempo: tener más artritis en nuestro medio.

Actualmente, las afecciones reumáticas, que incluyen artritis, lupus y fibromialgia, afectan aproximadamente a 46 millones de adultos en los Estados Unidos. Como sociedad, el costo en tratamiento y el tiempo perdido en el trabajo asciende a $ 128 mil millones cada año. Sin embargo, a medida que la población envejece y vive más tiempo, se prevé que la cantidad de adultos que viven en los Estados Unidos con enfermedades crónicas como la artritis aumentará significativamente. En particular, muchos expertos creen que los adultos en los Estados Unidos con artritis sumarán 67 millones para el año 2030; 25 millones de estos probablemente tendrán limitaciones físicas debido a esta artritis.

Será extremadamente importante para la comunidad sanitaria utilizar las intervenciones actuales y desarrollar nuevas intervenciones, centradas en disminuir el dolor asociado con la enfermedad reumática. Con suerte, los profesionales de la salud podrán simultáneamente mejorar la función y retrasar la discapacidad asociada con la artritis de moderada a grave.

Curiosamente, puede haber incluso un mayor número de pacientes afectados de artritis si los Estados Unidos no controlan mejor lo que se está convirtiendo cada vez más en una gran epidemia de obesidad.

La sociedad debe enfatizar la importancia de la educación sobre la artritis y lo que las personas pueden hacer para prevenir la artritis o, al menos, la discapacidad que se observa con la artritis. La Arthritis Foundation ha sido muy proactiva en este sentido.

Aquellos en alto riesgo de discapacidad, como los obesos o físicamente inactivos, deben ser objeto agresivamente para una intervención de múltiples especialidades. Los Centros para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos están ayudando a desarrollar un programa de ejercicios que se centre en la protección de las articulaciones para permitir la mejora de la función física.

Si la población en general es alentada con éxito a participar en las medidas preventivas desarrolladas por las diversas agencias que representan los intereses de quienes participan en la lucha contra la artritis, entonces con suerte veremos una reducción en el número de pacientes con dolor crónico de artritis y discapacidad.

Pero quienes tienen un alto riesgo de sufrir dolor crónico y discapacidad (por ejemplo, los obesos) tal vez deberían verse obligados a participar en programas tales como intervención dietética y programas de ejercicios obligatorios.

El costo para uno mismo y para la sociedad es demasiado grande para una continua aceptación del status quo; porque es el status quo el que nos abrumará.