¿Alguna vez has golpeado una pared de ladrillo?

Si es así, ¡entonces hazlo!

Cuando golpeas una pared de ladrillos, ¡hazlo!

Cuatro mujeres increíbles compartieron sus historias sobre los obstáculos que los descarrilaron, y luego describieron las formas en que lo hicieron.

Sus historias:

Una mujer vio cómo su negocio familiar entraba en bancarrota y luego recibió un diagnóstico de cáncer de colon.
Otra mujer habló sobre los obstáculos que se interponían en su camino cuando intentó abrir un banco y lo frustrada que estaba cuando corrió sin éxito al Congreso.
Una tercera mujer compartió la pérdida de tres hijas, una poco después de nacer, otra en un accidente de bicicleta y la tercera desde arterias cerradas hasta su corazón. La audiencia estaba horrorizada. ¿Cómo podría alguien lidiar con estos golpes? ¿Cómo podrían sobrevivir?
Una cuarta mujer describió cómo su ex marido conducía junto a ella el 4 de julio con sus hijos en su auto nuevo. Se fue a su casa, tomó una botella de vino y se acostó en el piso bebiendo toda la botella.

Sorprendentemente, los cuatro sobrevivieron bien y están prosperando. El sociólogo Leonard Perlin categorizó las estrategias de afrontamiento en tres áreas principales: las que intentan cambiar lo que está sucediendo, las que replantean lo que está ocurriendo y las que lo ayudan a relajarse.

Cambiar la situación: la mujer que estaba bloqueada mientras intentaba abrir el banco y la mujer cuya familia entró en bancarrota intentó luchar contra ella, contrató abogados. En otras palabras, lucharon contra sus obstáculos.

Reformule la situación: vea una situación que no se puede cambiar de una nueva manera. Esta fue la principal forma en que las cuatro mujeres hicieron frente. Cada uno hizo exactamente eso. La mujer que desarrolló cáncer de colon eventualmente llegó a la conclusión de que si vas a tener cáncer, el colon es lo mejor. La mujer que perdió tres hijas dijo, en lugar de decir por qué yo, comenzó a decir: ¿por qué no a mí?

Relájese sin importar qué: las cuatro mujeres informaron que usaron algunas de las siguientes estrategias: yoga, meditación, ejercicio, oración. La mujer manejó su dolor pasando tiempo todos los días, al mismo tiempo, rezando, pensando, sintiendo. De alguna manera, pudo saber que había tiempo para lamentarse y, al estructurarlo, no la abrumaba. Además, se dio cuenta de que no podía desmoronarse. Sus otros dos hijos la necesitaban.

La mujer que yacía en el piso bebiendo tomó una decisión consciente esa noche para no ser una víctima. Ella comenzó a establecer metas y comenzó a meditar regularmente.

En conclusión, no siempre podemos controlar lo que nos sucede, pero podemos controlar cómo afrontamos o respondemos a nuestras circunstancias. Solo recuerde que cuando se enfrente con un obstáculo, pregúntese: “¿Puedo cambiarlo?” “¿Puedo cambiar cómo lo veo?” Y “¿Puedo relajarme?”

nancy schlossberg

Fuente: nancy schlossberg