Cómo el ejercicio reduce la ansiedad

La actividad física regular reduce la ansiedad generalizada y los ataques de pánico.

Los mecanismos psicológicos y fisiológicos están involucrados.

La relación entre la actividad física y la ansiedad es multifactorial. Se han propuesto muchas hipótesis para explicar los beneficios para reducir la ansiedad del ejercicio regular. Las teorías psicológicas incluyen distracción, mayor autoeficacia, dominio y beneficios psicológicos de la interacción social regular. Los mecanismos fisiológicos incluyen los efectos beneficiosos del ejercicio regular en los niveles de varios neurotransmisores que afectan la ansiedad, como la serotonina, la norepinefrina, la dopamina y las endorfinas.

El ejercicio regular alivia la ansiedad crónica y puede reducir la frecuencia y severidad de los ataques de pánico.

Las personas que reportan ansiedad crónica con frecuencia realizan actividades físicas agotadoras en un esfuerzo por aliviar sus síntomas. Los estudios abiertos sugieren que tanto el ejercicio aeróbico como el entrenamiento de fuerza mejoran la ansiedad cuando se realizan de manera regular (Paluska 2000). Los efectos beneficiosos del ejercicio son similares a los de la meditación y la relajación regular. La ansiedad de inicio agudo generalmente responde mejor al ejercicio que los síntomas de ansiedad de larga duración.

Un programa de ejercicios que consiste en al menos 20 a 30 minutos de ejercicio diario puede reducir significativamente los síntomas de la ansiedad generalizada. Los hallazgos de un estudio prospectivo de 10 semanas de ejercicio en individuos propensos a ataques de pánico muestran que caminar o trotar regularmente (4 millas tres veces por semana) reduce la gravedad y la frecuencia de los ataques de pánico (Stevinson 1999).

La mayoría de los estudios sobre los efectos de la actividad física sobre la ansiedad se han realizado en adultos sanos. Aunque se han realizado algunos estudios en niños, adolescentes y ancianos, es necesario realizar más estudios para determinar el tipo, la intensidad, la frecuencia y la duración de la actividad física que son más eficaces para reducir la ansiedad en estos grupos de edad.

En mi práctica clínica de más de 20 años, he observado que los pacientes con ansiedad crónica que siguen un programa de ejercicio regular generalmente prestan más atención a su salud en general y tienden a responder más rápidamente tanto a los medicamentos recetados como a los tratamientos integrales en comparación con los pacientes que están no físicamente activo.

Cuestiones de seguridad: las personas con buena salud pueden participar en ejercicios vigorosos con pocas limitaciones. Sin embargo, las personas con enfermedades cardíacas, dolor crónico u otros problemas médicos graves deben consultar con su médico antes de comenzar un programa de ejercicios.

Para obtener más información sobre los tratamientos sin medicamentos para la ansiedad, consulte mi breve libro electrónico “Ansiedad: la solución integral para la salud mental”.

Referencias

Ansiedad: la solución integral de salud mental, por James Lake MD http://theintegrativementalhealthsolution.com/anxiety-the-integrative-mental-health-soution.html

Actividad física y salud mental: conceptos actuales, Paluska y Schwenk https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=Paluska+SA%2C+Schwenk+TL.+Physical+activity+and+mental+ salud