Cómo las conversaciones de salud mental refuerzan el estigma

Deberíamos hablar de salud mental de la misma manera que hablamos de salud física.

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Si nunca ha experimentado un ataque de depresión o ansiedad, puede ser fácil asumir que solo le sucede a “algunas” personas. Pero aquí está la cosa sobre la enfermedad mental: no discrimina.

La frase “enfermedad mental” tiende a usarse de manera despectiva. “Él debe estar mentalmente enfermo”. “Ella tiene una enfermedad mental”.

Pero no hablamos de salud física de esa manera. Nadie describe a alguien más diciendo: “Está físicamente enfermo”.

Cuando se trata de la salud física, entendemos que la salud es un amplio espectro. Algunas personas usan gafas. Otros tienen malas rodillas. Pero no agrupamos a todos y decimos que están “físicamente enfermos”.

La salud mental es un continuo. Y es muy probable que no se encuentre en el extremo del espectro “completamente mentalmente sano”. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, solo el 17 por ciento de los adultos están funcionando con una “salud mental óptima”. Y es probable que nadie permanezca funcionando en la salud mental óptima por tiempo indefinido.

El estrés, un cambio en las circunstancias, las interrupciones para dormir, un cambio en la dieta o problemas relacionados con la familia son solo algunas de las cosas que podrían afectarle a usted y a la salud mental de sus empleados en cualquier día.

Comencemos a hablar sobre la fuerza mental y cómo construirla

La diabetes a veces puede prevenirse o revertirse con un estilo de vida más saludable. Y a veces no puede. Sin embargo, aún hablamos sobre la importancia de comer saludablemente, hacer ejercicio y perder peso sin temor a que ofenda a las personas.

Pero cuando se trata de la salud mental, parece existir el temor de que hablar de prevención de alguna manera implica que las personas con enfermedades mentales tienen la culpa de sus problemas.

Como entrenador de fuerza mental, cada semana escucho a la gente decir: “Creo que el término ‘fuerza mental’ puede ofender a alguien”. Es probable que algunos de ellos tengan la idea errónea de que la enfermedad mental es una debilidad mental.

Crear hábitos mentales saludables y deshacerse de sus malos hábitos no evitará todas las enfermedades mentales. Pero podría evitar algunos. Hablar sobre cómo cuidarse mejor no debe ser ofensivo.

Es similar a la fuerza física. Alguien con una enfermedad física como la diabetes todavía puede desarrollar bíceps más grandes, y alguien con depresión o ansiedad todavía puede desarrollar músculo mental.

Hablar abiertamente sobre cómo construir fortaleza mental podría ayudar a muchas personas a mejorar su bienestar psicológico. Y aunque ocasionalmente puede ofender a alguien, también puede salvar muchas vidas.

Cómo cambiar la conversación

Todos podemos ayudar a eliminar el estigma de la enfermedad mental conversación por conversación. Aquí hay algunas cosas que puede hacer para ayudar a iniciar una conversación que podría cambiar la vida de alguien:

  1. Hablar de recursos. La enfermedad mental es tratable, pero las personas necesitan saber a dónde acudir para obtener ayuda. Las herramientas de detección en línea, las líneas directas y los grupos de apoyo son gratuitos y están disponibles para todos. Si alguien necesita terapia o medicamentos, hablar con un médico suele ser un buen lugar para comenzar.
  2. Discutir estrategias para construir fuerza mental. Practica ejercicios de fuerza mental que te ayuden a lidiar con emociones incómodas y pensamientos negativos. Comparta sus estrategias con los demás y pregúnteles cómo manejan los problemas de duda, sentimientos de culpa o ansiedad.
  3. Incorporar conversaciones sobre salud mental en la jornada laboral. Los problemas de salud mental afectan todo en el lugar de trabajo, desde la productividad hasta los costos de seguro de salud, por lo que es un gran incentivo para que los líderes abran la puerta a conversaciones sobre cómo reconocer y tratar problemas, así como cómo tomar medidas preventivas.
  4. Piense en la salud mental como un continuo. En lugar de suponer que está mentalmente sano o mentalmente, reconozca que todos tenemos altibajos en la vida, y hay momentos en que su salud mental será mejor y otros momentos será peor.
  5. Hable sobre la forma en que se presenta la enfermedad mental en las películas y los medios. Desafortunadamente, muchas historias relacionadas con el crimen hacen referencia a la enfermedad mental del perpetrador. Las películas, los programas de televisión y los videojuegos tienden a representar a las personas con enfermedades mentales como peligrosas. Hable abiertamente con otros sobre el hecho de que la mayoría de las personas con enfermedades mentales no son un peligro para nadie.
  6. Comparte tu historia. Hable abiertamente sobre los períodos de su vida en los que se ha sentido deprimido o ansioso. Deje en claro a cualquier persona que escuche que usted cree que una enfermedad mental puede ocurrirle a cualquiera y que es importante buscar ayuda.
  7. Ofrécete para ayudar a los demás. A veces, las personas con enfermedades mentales tienen dificultades para reconocer cuándo necesitan ayuda. Otros no saben a dónde acudir o qué hacer. Ofrezca ayudar a alguien a programar una cita con su médico y ofrezca llevarlos a la cita. Ese tipo de apoyo podría ser la ayuda que alguien necesita para comunicarse con un profesional.

Deshazte del estigma

Con suerte, eventualmente viviremos en un mundo donde todos reciban chequeos regulares de salud mental de la misma manera que reciben sus exámenes físicos anuales. Y las personas podrán hablar sobre la depresión, la ansiedad o el TEPT de la misma manera que alguien podría mencionar tener artritis.

La enfermedad mental es tratable. Pero antes de que podamos esperar que las personas obtengan la ayuda que necesitan, tenemos que asegurarnos de que se sientan seguros y pedir ayuda.

Este artículo apareció originalmente en Inc.com.