Cuando los padres dicen "Lo siento", dicen mucho más

Dos palabras simples, "Lo siento", de un padre a un niño, tienen un impacto monumental en un niño y, sin embargo, la disculpa de los padres es rara. Muchos padres no se dan cuenta de la importancia de disculparse con sus hijos. Tampoco creen que necesiten disculparse. No es parte de nuestra cultura que los adultos admitan que hacen mal a los niños, incluso cuando es obvio que tienen la culpa. En realidad, cuando un padre se disculpa con un niño, cementa aún más la relación padre-hijo y le proporciona al niño una sensación de seguridad y bienestar.

Cuando los padres se disculpan, están inculcando un sistema de valores y la creencia de que está bien ser humano y, por lo tanto, imperfecto. Ellos son modelos de responsabilidad. Están demostrando que tomar medidas para aceptar la responsabilidad después de un error es más importante que el error en sí mismo. Están viviendo el viejo adagio "no es si cometes un error, sino cómo manejas ese error".

La capacidad de los padres para reconocer los errores y aceptar la responsabilidad de las acciones es imprescindible para ayudar a sus hijos a hacer lo mismo. Los padres que reconocen sus propios defectos enseñan a sus hijos estas lecciones muy importantes:

  • La autoaceptación incluye aceptar las falibilidades. En nuestro mundo competitivo de ritmo rápido, las personas a menudo se centran en mantenerse al día con lo que está fuera de sí mismos, en lugar de aceptar quiénes son, incluidas sus limitaciones. Cuando los padres se disculpan, envían un mensaje de que son imperfectos y competentes al mismo tiempo y eso está bien.
  • Estar equivocado no es lo mismo que ser débil. A los niños se les debe enseñar que pedir perdón y aceptar el fracaso no solo es más importante que encubrir los errores, sino que es señal de fortaleza y valentía.
  • Evitar el error mintiendo hace que el error sea mayor. Los niños que mienten lo hacen porque piensan que ser atrapados por cometer un error es peor que el error. Pedir disculpas enseña a un niño que vivir con una mentira es peor que admitir su error.
  • Los adultos no son omnipotentes e invencibles. Si los niños ven los errores de sus padres y sus posteriores disculpas estarán más preparados para la vida. Sabrán que los adultos pueden ser responsables y afectuosos y aún así cometer errores.
  • Oportunidades de aprendizaje. Los errores que los padres e hijos hacen son momentos de enseñanza. Los padres pueden decirle a un niño "Mira el error que acabo de cometer, ahora aprendamos de ello".
  • Los errores son inevitables. Algunas cosas no se pueden aprender sin cometer errores. Por ejemplo, para los niños pequeños, parte de aprender a compartir juguetes implica cometer errores y luego disculparse.
  • Tomar riesgos puede significar más errores. Sentirse cómodo al pedir perdón y aceptar la responsabilidad le permite a las personas desafiarse a sí mismas y, por lo tanto, crecer a partir de sus acciones.
  • Los niños pueden no tener las palabras para expresarlo, pero a menudo reconocen cuando los padres cometen errores. Cuando los padres han actuado incorrectamente y no reconocen sus fallas, es como el elefante en la habitación. Por ejemplo, decirles a sus hijos que no juren y luego jurar sin disculparse es un obvio error y envía un mensaje mixto.
  • Autoestima. Cuando los padres admiten fallas, les muestran a sus hijos que se sienten lo suficientemente bien consigo mismos como para enfrentar las consecuencias de sus acciones. Modelar una autoestima saludable es un componente importante del desarrollo de la autoestima en los niños.

Cuando los padres superan su miedo a disculparse y dicen "lo siento" a su hijo, le dan a su hijo un regalo de libertad para cometer errores.

www.drkateroberts.com www.twitter.com/DrKateParenting , www.facebook.com/Dr.KateRobertsParenting o www.pinterest.com/DrKateParenting