Hacer frente a las pesadillas

Si su hijo tiene pesadillas frecuentes, su hogar probablemente esté al revés. Todo el mundo está privado de sueño y puede estar preocupado de que algo esté realmente mal. En realidad, las pesadillas son parte del desarrollo normal de un niño. Tienden a aparecer alrededor de la edad de dos años, se vuelven menos molestas por un tiempo y luego reaparecen a la edad de cuatro años. Las pesadillas tienen que ver con los sentimientos y pensamientos de los niños sobre los eventos que ocurren durante el día. Si su hijo está enojado o asustado porque alguien le gritó o vio a una persona que lo asustó, puede tener un sueño aterrador. Soñar con monstruos a esta edad es muy común. A menudo tiene que ver con una descripción de la propia ira del niño. A los niños pequeños les cuesta distinguir entre la realidad y la fantasía y los sueños pueden aterrorizarlos. Aquí hay algunas maneras importantes de ayudar a su hijo a superar sus miedos, relajarse y tener menos pesadillas. .

Reconoce su miedo Podrías decir: "Puedo ver que tu sueño realmente te asustó". Trate de mantenerse calmado y tranquilizador teniendo cuidado de no desconocer su miedo, regañarlo o restar importancia a sus emociones. De lo contrario, puede sentirse avergonzado.

Explique a su hijo de qué se trata el sueño. Puede decirle, por ejemplo: "Los sueños son en realidad imágenes de lo que nos sucede durante el día. Si algo nos enoja, podemos soñar con monstruos. Nuestros sueños no son reales Son nuestros pensamientos y sentimientos sobre las cosas ".

Aliente a su hijo a hablar sobre sus sentimientos antes de irse a dormir. Anímelo a hablar sobre su día y si algo lo enojó o lo asustó.

A veces los padres darán poder a sus hijos al poner un letrero en la puerta que dice: "No se permiten monstruos".

Darle a su hijo una linterna puede ayudarla a sentir algo de control.

Hacer dibujos del monstruo de sus sueños también puede ayudar, mientras enfatizas que los monstruos son un reflejo de sus propios pensamientos y sentimientos. También puedes editar la historia y hacer que el monstruo sea un tipo amable y servicial.

A menudo, los padres tranquilizan a sus hijos encendiendo las luces, abriendo las puertas del armario y mirando debajo de la cama. Estas acciones reconocen su miedo mientras le aseguran al niño que no hay monstruos que se muevan.

Siempre es útil examinar la vida familiar y ver si puede haber alguna conexión con los problemas de sueño de su hijo. ¿Hay un movimiento inminente o una enfermedad en la familia que pueda estar generando ansiedad? ¿Ha habido demasiados gritos y discordias que preocupan a su hijo? Si es así, hable con su hijo acerca de estas situaciones y ayúdelo a expresar sus sentimientos. Involucrar a los miembros de la familia para hacer los cambios necesarios.

Dele a su hijo muchos abrazos y consuelo durante este período.

Lo mejor es no cambiar los patrones de sueño de su hijo, por ejemplo, que su hijo duerma en su cama o que permanezca acostado a su lado toda la noche. Las pesadillas cesarán por sí solas a medida que lo apoyen y estos patrones serán difíciles de deshacer.