Husillos de sueño

A medida que hacemos la transición del sueño de la etapa 1 a la etapa 2, se producen una serie de cambios en el EEG que indican la profundidad creciente del sueño. Dos marcadores prominentes de la etapa 2 del sueño son los complejos K y los husos de sueño. Los complejos K son ondas grandes que se destacan del fondo y a menudo ocurren en respuesta a estímulos ambientales, como los sonidos en el dormitorio. Los husos de reposo son breves ráfagas de actividad rápida que parecen algo así como la forma de un "ojo", ya que aumentan rápidamente en amplitud y luego se descomponen rápidamente.

Huso del sueño

La etapa 2 es donde pasamos la mayor parte de la noche mientras dormimos. Por lo general, se pasa más tiempo en la etapa 2 del sueño que en el sueño ligero, el sueño profundo o el sueño. Parecería que si se gasta tanto tiempo en esta etapa del sueño, se debe cumplir una función muy importante. Sin embargo, no ha sido tan fácil descubrir exactamente cuál es esta función. En mi última publicación, discutí los efectos beneficiosos de una breve siesta sobre el funcionamiento neurocognitivo. Investigaciones recientes indican que algunas actividades cerebrales muy importantes se llevan a cabo cuando se producen husos de sueño, ya sea durante el sueño nocturno o las siestas diurnas.

La mayor actividad del eje se produce al principio y al final de la parte no REM del ciclo de sueño. Los husos de sueño implican la activación en el cerebro en las áreas del tálamo, corticales cingulada anterior e insular, y circunvoluciones temporales superiores. También hay husos lentos en el rango de 11 – 13 Hz que también están asociados con una mayor actividad en el giro frontal superior, y husos rápidos en el rango de 13 – 15 Hz que están asociados con el reclutamiento de regiones corticales de procesamiento sensoriomotor, así como el reclutamiento de la corteza frontal mesial y el hipocampo. ¿Qué significan estos husos? La investigación en curso espera iluminar su función.

Investigaciones recientes de Matthew Walker y su equipo de investigación en la Universidad de California Berkley muestran que los husos de sueño están asociados con el refresco de nuestra capacidad de aprendizaje. Esta investigación demostró que cuanto mayor era el número de husos de sueño producidos por los participantes que dormían, más se refrescaban para realizar una tarea de aprendizaje. Además, las áreas cerebrales más involucradas fueron el hipocampo y la corteza prefrontal. Estas son áreas que son críticas para el aprendizaje.

Las implicaciones de esta investigación son significativas. Por ejemplo, dormir poco y cortar una parte de la actividad del huso puede disminuir la capacidad de aprendizaje. También tiene implicaciones para los efectos de los tiempos de inicio de la escuela temprana en la capacidad de los estudiantes para aprender a un ritmo óptimo, un tema que he tratado en el pasado y lo volveré a hacer en mi próxima publicación.