Los palos y las piedras pueden romper mis huesos…

… y los nombres también me harán daño.

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Todos conocemos la rima infantil. Enseñando a los niños pequeños a desarrollar resiliencia frente a palabras poco amables, los blindamos con la fuerza para superar las interacciones interpersonales negativas. Pero ¿y si nos equivocamos? ¿Y si las palabras tienen el poder de lastimarnos?

Estadísticamente hablando, los aumentos en la diversidad deberían resultar en más interacciones entre individuos diversos. A medida que Estados Unidos y el mundo se vuelven cada vez más diversos, también aumentarán las oportunidades de entrar en contacto con opiniones, puntos de vista y antecedentes diversos. Al citar teorías sobre el contacto intergrupal, los psicólogos han estado interesados ​​durante mucho tiempo en las condiciones bajo las cuales se pueden maximizar los beneficios del contacto y la mejor manera de capturar estos beneficios. Una de las formas principales de maximizar los beneficios del contacto entre grupos es que todos los grupos tengan el mismo estatus. En el contexto de la raza en los Estados Unidos, es difícil ver cómo se cumple esta condición.

Como resultado, el contacto entre grupos puede dar como resultado interacciones de calidad negativas, como la discriminación. En las últimas décadas, la investigación en psicología y salud pública ha desarrollado un creciente interés en los efectos de la discriminación en los grupos minoritarios. Y este trabajo no se ha enfocado únicamente en individuos en los Estados Unidos. Existe un creciente reconocimiento de que la discriminación es una preocupación para las sociedades en las que el multiculturalismo es un objetivo. Las conclusiones de esta investigación son claras, la discriminación es perjudicial.

Aunque la mayoría de los individuos han experimentado discriminación, la frecuencia de las interacciones discriminatorias suele ser bastante baja y depende de factores como la raza y el contexto. Cuando ocurre la discriminación, tiene consecuencias de gran alcance para una serie de resultados como ansiedad, depresión, autoestima, conductas de riesgo, uso de sustancias y resultados académicos. Un metaanálisis reciente de más de 200 estudios y 90,000 individuos se enfocó específicamente en adolescentes y encontró evidencia consistente de los efectos perjudiciales de la discriminación. Sin embargo, el estudio también observó que los efectos de la discriminación eran más fuertes para los estudios realizados entre individuos en los Estados Unidos en comparación con Europa, Australia y otros lugares. Además, la investigación longitudinal encuentra que la discriminación experimentada en la adolescencia puede tener implicaciones particularmente importantes para la salud y el funcionamiento posterior de los adultos.

Entonces, ¿qué deben decirles los padres y los educadores a los niños y adolescentes sobre el poder de las palabras y los comportamientos discriminatorios? Debemos subrayar que las palabras y la forma en que tratamos a los demás puede ser tan perjudicial como los actos físicos. La discriminación no es solo lo que nos decimos unos a otros, sino también la forma en que valoramos y vemos a las personas que no pertenecen a los mismos “grupos”. Debemos cambiar nuestro enfoque desde donde somos diferentes y comenzar a enfatizar nuestros puntos en común y universalidades.

Referencias

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