Una nariz tapada que dura meses es suficiente para bajar un poco a alguien. Aún así, es sorprendente descubrir que la depresión afecta a casi un cuarto de las personas con sinusitis crónica: inflamación prolongada de los senos paranasales. Es una gran angustia para una enfermedad que muchas personas consideran una molestia menor en lugar de una gran amenaza.
¿Cuál es la conexión entre su salud sinusal y su salud mental? Esto es lo que muestra una investigación reciente.
Los problemas sinusales lo hunden
Muchos enfermos de sinusitis te dirán que no es un problema menor después de todo. La sinusitis crónica puede causar congestión nasal a largo plazo, secreción nasal espesa, un sentido del olfato reducido y una sensación de dolor o presión alrededor de los ojos, la nariz o la frente. Otros posibles síntomas incluyen goteo posnasal, tos por la noche, llenura de los oídos, dolor de mandíbula, dolor de garganta, mal aliento y cansancio.
Juntos, estos síntomas pueden desencadenar o empeorar la depresión de varias maneras:
La depresión es un dolor en el seno
Una vez que está deprimido, todo en su vida puede parecer más desolador y más difícil de manejar, y eso incluye sus síntomas sinusales. Los estudios han demostrado que la depresión puede amplificar los problemas relacionados con los senos de varias maneras:
Cuando tiene sinusitis crónica y depresión completa, cada una puede alimentar a la otra, empeorando los síntomas. Entonces, tratar solo una condición u otra puede no traer alivio completo. Para sentirse lo mejor posible, es posible que deba buscar un diagnóstico y tratamiento profesional para ambas afecciones.
Linda Wasmer Andrews es una escritora que se especializa en salud, psicología y la intersección entre los dos. Síguela en Twitter o Facebook .