Obesidad, resistencia a la insulina, diabetes y salud mental: Parte II

Como mencioné en la parte I de este blog, existe una fuerte asociación entre la resistencia a la insulina, la diabetes y la salud mental.

Atrapado y tratado temprano, la resistencia a la insulina es reversible en> 90% de los pacientes, y hay una clara mejoría en el bienestar asociado con esta reversión.
Para llegar a la base del problema, debe hacer un diagnóstico de diagnóstico, para identificar y tratar los factores estratificados que promueven la resistencia a la insulina y la diabetes. Los factores a evaluar incluyen:

a) Los niveles de cortisol que son demasiado altos (como podría ser el caso en los trastornos de ansiedad, los trastornos del estado de ánimo y los trastornos psicóticos) hacen que la insulina se eleve y aumentan el apetito. El cortisol puede reducirse con facilidad con suplementos o medicamentos, así como con métodos psicoterapéuticos (p. Ej., Biofeedback, ciertas terapias, trabajo corporal, etc.)

b) Las hormonas femeninas y masculinas: los niveles bajos de testosterona resultan en una disminución de la masa corporal magra (por lo tanto, una tasa metabólica más baja), una energía y vitalidad más bajas. Los altos niveles de estrógenos (por ejemplo, con potentes píldoras anticonceptivas) también pueden causar aumento de peso, aunque en un patrón diferente de distribución.

c) Estrés: muchas personas comen cuando están cansadas, enojadas, frustradas, aburridas, solas; Al volverse consciente de su sensación de hambre antes de comer, puede, con el tiempo, reducir el consumo de estrés habitual inconsciente. Identificar las situaciones que lo hacen estresarse y resolver problemas cuando sea posible puede ayudar a reducir el estrés al comer. Mantener un registro diario (lo que comió, cuándo lo comió y las situaciones en las que se comió en exceso) definitivamente elevará la conciencia

d) Estilo de vida: dormir adecuadamente (de 7 a 9 horas para la mayoría de las personas), hacer ejercicio moderado de 4 a 5 veces por semana reducirá la tendencia a comer alimentos altamente procesados ​​de manera descontrolada cuando esté cansado.

e) Inflamación y toxinas: la inflamación debido a una infección o las toxinas en su entorno pueden causar aumento de peso, ya que una hormona llamada Leptina puede elevarse a niveles inusuales. Se ha demostrado que Irvingia Gabonensis ayuda a revertir la elevación de la leptina y, por lo tanto, ayuda con la reducción del apetito y la pérdida de peso.

f) Las deficiencias nutricionales (p. ej., cromo, vanadio, tiamina) pueden provocar problemas para manejar los carbohidratos en el cuerpo.

g) Restricción calórica: la parte más difícil del programa es reducir las calorías, pero con las medidas anteriores, tal vez un grupo de apoyo (por ejemplo, vigilantes del peso, anónimos en exceso, adictos a los alimentos anónimos), puede hacerlo.

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