3 maneras de ayudar a los niños a hacer amigos con su ira

¿Alguna vez has estado en una situación en la que estabas tan abrumado con sentimientos de enojo que no sabías qué decir? Tuviste la presencia de la mente para saber todas las cosas que no debes decir, pero no estás muy seguro de cómo expresar tus verdaderos sentimientos sin dañar tu relación. Los adultos a menudo luchan con la comunicación efectiva de sus sentimientos de enojo. Para los niños, este desafío es doblemente difícil; los niños no quieren meterse en problemas por expresarse agresivamente, pero a menudo carecen de las habilidades para comunicarse asertivamente.

Los adultos pueden ayudar a los niños a desarrollar habilidades específicas para la expresión asertiva de la ira, comenzando con estos tres iniciadores:

1. Reconoce que la ira está bien

Desde el momento en que son niños pequeños, a los niños a menudo se los persuade para que nieguen o dispensen rápidamente sus sentimientos de enojo. Los mensajes bien intencionados, como "No te enfades", les transmiten a los niños el mensaje de que la más básica de las emociones humanas es algo por lo que sentirse mal o culpable. Cuando los niños se portan mal, ya sea a través de los berrinches de sus primeros años o la rebelión de los adolescentes, se los castiga por todos los comportamientos que los adultos no quieren que usen.

En lugar de insistir en todas las cosas que los niños no deben hacer cuando se trata de expresar su enojo, es muy útil para los padres mostrar empatía por las experiencias emocionales de sus hijos y reconocer que la ira está bien. Cuando los niños aprenden que cualquier forma en que se sienten es aceptable, y que es lo que hacen con sus sentimientos (por ejemplo, cómo actúan) lo que cuenta, adquieren habilidades para un manejo emocional efectivo y autocontrol.

2. Hablalo

La verdadera inteligencia emocional y el autocontrol tienen mucho que ver con aprender cómo poner sentimientos en palabras. Puede ayudar a su hijo a sobrellevar los sentimientos a menudo abrumadores al alentarlo constantemente a que hable de ellos. Puede ser útil trabajar con un niño para desarrollar una lista de los desencadenantes más comunes de su enojo. Participa junto a él, creando tu propia lista de desencadenantes de la ira. Cuando ustedes dos comparten sus listas y comparan notas, adquieren un entendimiento mutuo que puede conducir a interacciones más cuidadosas y respetuosas con respecto a los problemas de "activación".

Incluso si un niño no se siente cómodo compartiendo sus sentimientos con palabras, anímelo a que mantenga un diario de escritura o de arte, para registrar sus pensamientos y sentimientos sobre situaciones cotidianas que crean sentimientos poderosos. Mantener un diario regular es una gran manera para que su hijo explore y exprese una variedad de emociones de forma regular, lo que contribuye a una mejor autocomprensión y madurez emocional.

3. Esté dispuesto a recibir ira

Una clave final para ayudar a los niños a aprender a aceptar y manejar bien la ira es estar dispuestos a recibir la ira de un niño. Para los adultos, puede ser bastante difícil estar en el extremo receptor de la ira, especialmente cuando no eres su objetivo legítimo. No obstante, cuando los adultos demuestran a los niños que están dispuestos a escuchar su enojo expresado respetuosamente, envían el poderoso mensaje de que los sentimientos del niño son válidos y que la ira asertiva se verá recompensada con el don de un oído atento y una respuesta no punitiva .

Signe Whitson, LSW es ​​el autor de How to Be Angry: An Asertive Anger Expression Group Guide para niños y adolescentes. Este artículo presenta extractos de How to Be Angry. Para obtener más información y consultas sobre el taller, visite www.signewhitson.com