Actos de bondad: clave para la felicidad de los niños y adolescentes

La mayoría de los padres y maestros quieren que los niños sean felices.

Con ese fin, los padres se encuentran haciendo cosas para que los niños las hagan felices, como comprar regalos, llevarles a comprar helado, jugar juntos o ayudar con la tarea.

Los maestros también lo hacen constantemente por los niños. Además de comprender el vínculo entre el conocimiento y la felicidad, los maestros a menudo compran suministros de sus propios cheques de pago, traen golosinas a clase, planifican excursiones divertidas y apoyan a los estudiantes de otras maneras inconmensurables y duraderas.

¿Los actos de bondad hacia los niños nos hacen más felices padres y maestros? Por supuesto que lo hacen.

De hecho, los estudios muestran consistentemente que nos sentimos más felices cuando realizamos actos de bondad, para nuestros hijos, estudiantes, familias, amigos y comunidades. No solo las buenas acciones nos hacen sentir mejor, sino que, como explicó David Brooks en el artículo del New York Times Nice Guys Finish First, las personas que son amables y compasivas suelen ser las más exitosas.

El dilema de bondad: recibir vs. dar

Desafortunadamente, no hacemos felices a los niños simplemente permitiéndoles ser receptores de bondad. Aumentamos sus sentimientos de felicidad y bienestar, reducimos la intimidación y mejoramos sus amistades enseñándoles a ser amables .

La verdad es que los niños nacen para ser generadores altruistas. Pero en algún lugar entre el nacimiento y el 4 ° grado, se socializan para pensar más acerca de sí mismos que otros. (Sí, todos jugamos un papel en cómo ocurre esto).

¿Cómo cambiamos esta trayectoria y mejoramos el bienestar de los niños?

Un estudio reciente, Kindness Counts, realizado por investigadores de la Universidad de British Columbia y la Universidad de California, Riverside, abrió un nuevo camino al mostrar los beneficios derivados de los preadolescentes cuando se les enseñó estrategias para aumentar la felicidad.

Durante un mes, varios cientos de niños de 9 a 11 años realizaron y grabaron tres actos de bondad cada semana para quien quisieran. Otros varios centenares siguieron la pista de tres lugares agradables que visitaron durante la semana.

No es sorprendente que los resultados fueran consistentes con los estudios de adultos. Cuando los niños realizaban actos de bondad o tomaban nota de los lugares agradables que visitaban durante la semana, aumentaban significativamente los sentimientos de felicidad y satisfacción.

Pero aquellos que realizaron actos de bondad recibieron un beneficio adicional. Midiendo qué tan bien los niños les gustaban o aceptaban sus compañeros, el estudio mostró que los que realizaron actos de bondad ganaron un promedio de 1.5 amigos durante el período de cuatro semanas, un buen apoyo para la idea de que "los buenos chicos terminan primero".

Como muchos otros, este estudio demostró que ser amable con otras personas beneficia al dador. Para los niños, les genera un mayor bienestar y también popularidad y aceptación entre los compañeros.

Los hilos de amabilidad se entrelazan con muchos otros comportamientos positivos y beneficios para los jóvenes. Los preadolescentes populares muestran conductas más positivas y menos intimidantes cuando se convierten en adolescentes. Los niños más felices son más propensos a tener un mayor rendimiento académico. Y la lista continúa.

Cuatro pasos para crear una cultura de bondad

Es fácil aplicar el estudio Kindness Counts y lograr resultados similares en casa o en el aula. El objetivo es ayudar a los niños a ser más conscientes acerca de hacer actos de bondad y ser conscientes de los sentimientos de gratitud cuando experimentan actividades agradables.

Siga estos cuatro pasos para aumentar la felicidad de los niños, ¡y todos nosotros!

  1. Edúcate tu mismo

    Aprende sobre la importancia de la bondad y sus beneficios para niños y adultos. El sitio web de Random Acts of Kindness Foundation es un gran lugar para comenzar. Encontrará actividades en el aula y en el hogar para todas las edades de niños.

  2. Crear una actividad familiar o en el aula

    Diseñe una actividad de un mes de duración en la que toda la familia o el aula (incluidos padres y maestros) registren UN acto de bondad o UNA actividad agradable por día. Podría llamarlo su "Proyecto de felicidad" o "Diario de felicidad". Estas actividades pueden incluir ayudar con los platos, dejar que alguien más vaya primero, desviarse de un amigo, cuidar de un animal, abrazar a alguien para que se sienta mejor , etc. O pueden incluir visitas a lugares y experiencias que nos hacen sentir bien, como visitar a los abuelos o al parque.

  3. Comparte en una base semanal

    Cada semana, tome tiempo para compartir en familia o en el aula. No es importante compartir todo en el diario. Lo importante es compartir lo suficiente para que todos aprendan de los actos de bondad de los demás y empiecen a comprender los tipos de experiencias que aportan gratitud a la vida. Compartir fomenta la reflexión y ayuda a dar sentido a nuestras acciones.

  4. Encuentre oportunidades continuas para practicar

    Puede que no sea práctico mantener un "Diario de felicidad" y compartirlo regularmente durante mucho más de un mes a la vez. ¿Pero es posible elegir un mes al año para este proyecto? ¿Hay otras oportunidades para reforzar e inculcar la bondad a lo largo del año?

¿Qué estrategias usas con tus hijos o estudiantes para aumentar los actos de bondad y enseñar gratitud?

Autor

Marilyn Price-Mitchell, PhD, es la autora de Tomorrow's Change Makers: Reclamando el poder de la ciudadanía para una nueva generación. Una psicóloga e investigadora del desarrollo, trabaja en la intersección del desarrollo y la educación positivos de los jóvenes.

Sigue a Marilyn en Roots of Action , Twitter o   Facebook .

Suscríbete para recibir notificaciones por correo electrónico de los artículos de Marilyn.

© 2013 Marilyn Price-Mitchell. Todos los derechos reservados. Por favor, vea las pautas de reimpresión para los artículos de Marilyn.