Al igual que la inteligencia se puede medir con un coeficiente intelectual, la empatía también se puede evaluar con un cociente de empatía (EQ).
La empatía es cuando te preocupas por los demás, tanto en la tristeza como en la alegría.
Es una habilidad que puede desarrollarse a través de la conciencia plena. Para evitar la sobrecarga de empatía, es importante aprender a centrarse, protegerse y practicar el cuidado personal continuo.
El mundo necesita más líderes empáticos, padres y personas en cada profesión. La empatía te permite entender de dónde viene otra persona, incluso si no estás de acuerdo con ella. Une las diferencias y abre la comunicación con los demás.
Tome el siguiente cuestionario adaptado de la Guía de supervivencia de The Empath para determinar su ecualizador:
¿Cuál es tu cociente de empatía (EQ)?
Si respondió “sí” a cuatro o seis preguntas, tiene un cociente de empatía extremadamente alto
Respondiendo “sí” a las cuatro o seis preguntas tiene un alto EQ
Respondiendo “sí” a tres o cinco preguntas, tiene un ecualizador moderado
Respondiendo “sí” a una o dos preguntas tiene un EQ más bajo
No importa cuál sea su EQ en este punto, siempre es posible desarrollar más empatía y protegerse y centrarse si experimenta una sobrecarga de empatía o si es una empática que absorbe el estrés del mundo.