Es el apetito genético?

Appetite and our genes

Gracias a la composición genética individual, cada persona es anatómica y bioquímicamente única, con su propia forma de responder al entorno. Esta singularidad enmarca la forma en que cada uno de nosotros percibe e interactúa con el mundo. Por ejemplo, cuando una familia se sienta a disfrutar de la cena, cada miembro en realidad prueba una cena diferente debido a la distribución única de los receptores gustativos en la lengua.

Los receptores del gusto pueden tener un gran impacto en comer en exceso, comer en exceso o no comer lo suficiente. Un estudio financiado por el Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD) ha demostrado que pequeñas variaciones en nuestro código genético pueden aumentar o disminuir nuestra sensibilidad a los sabores dulces. Esto también puede explicar por qué algunas personas son especialmente vulnerables a la adicción a los dulces.

Sin lugar a dudas, existe una relación entre la genética y una predisposición a la adicción a la comida. Una encuesta de miembros de Overeaters Anonymous realizada a principios de la década de 1990 descubrió que un alto porcentaje de comedores o adictos a los alimentos tenían al menos un pariente consanguíneo adicto a los alimentos o al alcohol. Pero esta y otra investigación plantea la vieja pregunta de la naturaleza versus la crianza.

Recientemente, los investigadores de la Facultad de Medicina de UCLA probaron una muestra de sujetos con sobrepeso que exhibieron un patrón de atracones de carbohidratos. Descubrieron que estos sujetos tenían exactamente la misma aberración genética (un marcador de dopamina D2 específico) que se había establecido como marcador genético de la dependencia química del alcohol.

Pero la genética no es el destino.

Los científicos se han dado cuenta de que si bien el diseño de un edificio no cambia y debe seguirse hasta las especificaciones más pequeñas, nuestro diseño de ADN solo está parcialmente fijado: algunas partes son realmente muy maleables y responden bastante bien al entorno, a nuestras emociones y a lo que comemos.

La ciencia de la epigenética

La epigenética es el estudio de cómo los entornos y las experiencias de las personas afectan la función de sus genes, que incluyen complementos (o marcadores epigenéticos) que evolucionan a medida que un animal se adapta a su entorno. Su código epigenético se está reescribiendo continuamente, y usted es el que puede hacer más para reescribirlo. Resulta que la expresión de los genes con los que nacimos está fuertemente influenciada por la forma en que vivimos.

Un estilo de vida saludable puede marcar una diferencia no solo para usted, sino también para su progenie. La epigenética muestra que incluso las cosas que no podemos ver -como las creencias, los sentimientos y las actitudes- juegan un papel importante en el control epigenético de nuestros genes, posibilitando cambios reales en nuestra estructura celular.

El epigenoma puede cambiar la expresión de los genes de forma negativa o positiva. Las opciones de estilo de vida como comer demasiado o no lo suficiente o fumar, por ejemplo, no solo pueden poner en riesgo su propia salud, sino que también pueden predisponer a sus hijos a la enfermedad y la muerte prematura.

Los investigadores están empezando a descubrir cómo usar la nutrición para activar o desactivar genes específicos. Parece que ciertas deficiencias de nutrientes causan alteraciones en el metabolismo y cambios duraderos en los genes que amplifican la tensión física y mental. Muy pocos ácidos grasos esenciales en la dieta, por ejemplo, se han relacionado con un debilitamiento crónico y multigeneracional del sistema inmunitario y un aumento en los niveles de enfermedad inflamatoria. Alternativamente, la evidencia bioquímica y antropológica ha sugerido que cuando el cuerpo se nutre completamente y las reservas de nutrientes se equilibran, se puede restaurar un estado genético más estable y resistente.

Cuando tiene un historial familiar fuerte de trastornos alimentarios, depresión u otros trastornos del estado de ánimo, tiene un mayor riesgo de desarrollar estos trastornos que alguien que no tiene antecedentes familiares de enfermedades psiquiátricas. Sin embargo, es importante recordar que, si bien nuestros genes proporcionan los planos de quienes podemos llegar a ser, no determinan quiénes somos.

Esta increíble nueva información sobre epigenética crea una oportunidad para revitalizar los enfoques de la salud. Nos inspira ver que al combinar nutrición, medicina, enfoques terapéuticos y cambios en el estilo de vida, podemos alcanzar los niveles de salud, control de peso y bienestar general que esperábamos.

Mediante el uso de información epigenética, es posible desarrollar conscientemente un estilo de vida único y planes nutricionales que minimicen las vulnerabilidades personales específicas en torno a la comida, el apetito y el estado de ánimo.