¿Qué es tan positivo acerca de la psicología positiva?

Lo más probable es que, si estás leyendo esto, al menos estás familiarizado con el campo emergente de la psicología positiva. Aunque todas las tradiciones religiosas y filosóficas a través de la antigüedad han ofrecido una idea de la "buena vida", solo en las últimas dos décadas hemos sido capaces de dirigir la atención científica a este importante tema de una manera sofisticada. Los científicos modernos han utilizado diseños de investigación cuidadosos, evaluaciones validadas y una rica teoría para producir ideas nuevas ya veces contraintuitivas sobre temas antiguos como la felicidad, la capacidad de recuperación y la esperanza. Entre los elementos de este movimiento moderno se encuentran las llamadas "intervenciones de psicología positiva". Se trata, más o menos, de comportamientos simples en los que una persona puede comprometerse para mejorar su propio bienestar. El más famoso de ellos es el "ejercicio de gratitud". En este ejercicio, se instruye a las personas a anotar "tres cosas" por las cuales están agradecidas. La lista puede incluir un automóvil confiable, una tarde soleada o un niño saludable. La lista cambiará de persona a persona y de vez en cuando. Sin embargo, los resultados están ahí: el ejercicio de gratitud parece impulsar la felicidad individual y proteger a las personas de los efectos nocivos de la depresión. Este hallazgo ha sido replicado y lo más famoso es que con un estudio controlado aleatorizado realizado por el fundador de la psicología positiva Martin Seligman y sus colegas.

Desde que apareció el estudio inicial en 2005, ha habido otras intervenciones positivas de psicología que se han probado y han demostrado, al menos de forma preliminar, evidencia de pequeños impulsos en la felicidad. Una de ellas es la intervención de "conteo de bondades" dirigida por Keiko Otake y sus colegas. Como su nombre indica, las personas que llevaban un recuento de sus bondades diarias sintieron un pequeño impulso en su paso como resultado. La publicación de la intervención de bondades del conteo me hizo preguntarme cuáles eran los mecanismos causales que podrían formar la base de las intervenciones de psicología positiva. ¿Podría ser, por ejemplo, que el ejercicio de gratitud en realidad aumenta la apreciación y esta mejora en la atención plena se traduce en un mejor estado de ánimo? O puede ser que la gratitud funcione principalmente al recordarle a la gente que aprecie las cosas que pasan por alto, y de esta manera funciona principalmente actuando como un antídoto contra la tendencia humana natural de adaptarse.

En privado, he estado preocupado por lo que veo como la aceptación acrítica de estas técnicas de intervención por parte de algunos entrenadores y otros profesionales de servicios humanos. Es bueno saber que estas técnicas funcionan, en su mayor parte, pero ¿acaso no es aún mejor entender cómo funcionan? Durante meses albergué la sospecha de que las intervenciones positivas de psicología, como contar bondades y el ejercicio de gratitud, eran simplemente "enumerar intervenciones". Es decir, tenía curiosidad por saber si podríamos encontrar el mismo aumento en la felicidad si la gente simplemente hiciera una lista de todo positivo. Imagínese que las personas lleven un "diario de valentía" diario en el que enumeran tres formas en las que no dejan que la incomodidad los frene. O imagínese un escenario en el que las personas anotan esperanzas, como "tres cosas que probablemente sucedan en las próximas dos semanas que anhela ansiosamente". Podría ser que cualquier ejemplo de lápiz, papel y positividad constituya un positivo efectivo. intervención psicológica?

Curiosamente, esta premisa exacta fue probada en un estudio que apareció en el Journal of Clinical Psychology. Los investigadores replicaron el estudio clásico de Seligman con una muestra de casi 1,500 adultos de edades comprendidas entre 18 y 72 años. Incluyeron el ejercicio de gratitud, un "placebo positivo" en el que los participantes escribieron durante 10 minutos cada noche sobre una memoria positiva, y un placebo control en el que hicieron que los participantes escribieran durante 10 minutos cada noche sobre un recuerdo de la vida temprana (no necesariamente uno positivo). Utilizando la misma evaluación de felicidad empleada por Seligman en el estudio original, los investigadores descubrieron que el ejercicio de memoria positiva se realizó aproximadamente de la misma manera que el ejercicio de gratitud: ambos aumentaron la felicidad y lo hicieron en tres y seis meses de seguimiento. Ahora, por un lado, parece que los investigadores han creado otra intervención de psicología positiva. ¡Hurra! Ahora podemos agregar el "ejercicio de memoria positiva" al establo de las actividades para aumentar la felicidad.

Al final, sin embargo, los investigadores sacan la misma conclusión que yo: hay un factor común que actúa como mecanismo terapéutico para muchas de estas "intervenciones de listado". Según los investigadores, participar en cualquier actividad que genere autoestima positiva la información más accesible es probable que tenga un efecto tónico en las personas. Esto no significa que debamos descartar los ejercicios de psicología positiva como algo "falso". Significa que no debemos precipitarnos al cierre mental de su efectividad o las formas en que los usamos. Este es un estudio importante porque abre la puerta a nuevas preguntas de investigación: ¿hay diferentes tipos de intervenciones de psicología positiva? ¿Funcionarán algunos tipos mejor con ciertas personas que con otros? ¿Hay personas para quienes estas actividades están contraindicadas? ¿Es la autoinformación positiva sobresaliente tan poderosa como la información positiva sobre los seres queridos? ¿Cómo se pueden modificar estas intervenciones para que sean más efectivas a través de las fronteras culturales? Estamos arañando la superficie de estas herramientas.

Mongrain, M. y Anselmo-Matthews, T. (2012) . ¿Funcionan los ejercicios de psicología positiva? Una réplica de Seligman et al. (2005). Journal of Clinical Psychology, 68, 382-389