Si crees que no puedes … Piensa otra vez: la influencia de la autoeficacia

Henry Ford lo dijo mejor: "Si piensas que puedes o no puedes, usualmente tienes razón". Pero pocos de nosotros nos damos cuenta de la veracidad de su declaración. Afortunadamente, hay ciencia (y un poco de ficción) para respaldarlo, ¡así que escucha y aprende!

"¡Creo que puedo! ¡Creo que puedo!"

¿Recuerdas la historia de los niños The Little Engine that Could ? Desafiando las probabilidades imposibles, ¡el pequeño motor sí! ¿Pero de alguna manera nos perdimos el mensaje de esta historia? Han pasado 50 años desde que el libro se publicó por primera vez, y cuando intentamos superar las dificultades o perseguir nuestros sueños, muchos de nosotros todavía pensamos: "No puedo". ¿Te suena familiar?

El término científico es "autoeficacia": el fenómeno psicológico "I-think-I-can" que mejora el logro de los objetivos. Introducido por el psicólogo Albert Bandura en 1977, más de treinta años después, la potencia científica persiste (en la academia). Pero incluso con la ciencia de nuestro lado, todavía no lo hemos conseguido del todo. A diferencia de la autoestima, la autoeficacia no se trata de un sentido de autoestima; se trata de creer que eres capaz de producir un resultado deseado, de que puedes lograr tus objetivos.

La verdad es que hay mucho más para "Creo que puedo" que la ficción infantil o una máxima de cliché, de sentirse bien.

El dominio de la autoeficacia

Todos tienen algo que les gustaría cambiar o mejorar; todos tienen metas Por lo tanto, la autoeficacia tiene un atractivo universal y una necesidad generalizada. Más allá de eso, ofrece algunos beneficios realmente grandes para los compradores potenciales.

Por ejemplo, las personas con alta autoeficacia se cuidan mejor a sí mismas, ven las tareas como algo a dominar y se sienten más empoderadas. No están controlados por las circunstancias. Consideran los reveses como desafíos a superar y pueden hacer frente a las dificultades mejor que aquellos con baja autoeficacia. Aprenden del fracaso y lo canalizan hacia el éxito, como Thomas Jefferson, Walt Disney y JK Rowling. Las personas con mayor autoeficacia también tienen un mayor sentido de motivación y persistencia.

Quizás lo más importante, según Bandura, la autoeficacia afecta cómo nos sentimos, pensamos y actuamos, y la baja autoeficacia se ha relacionado con la impotencia, la ansiedad y la depresión. Afortunadamente, ya sea que su nivel actual sea promedio, amplio o ausente, al igual que los atributos físicos, la autoeficacia se puede mejorar.

Si lo construyes, vendrá: Mejora de la autoeficacia

Aquí hay algunos ejercicios simples que puede usar para aumentar su sentido de autoeficacia.

Da un paso a la vez

La autoeficacia se desarrolla, en parte, a través del éxito, e incluso los pequeños logros pueden dar un fuerte golpe. Elija un pequeño cambio que le gustaría hacer e intente obtenerlo. Luego elige otro pequeño cambio. Luego otro. Reflexiona sobre cada éxito antes de pasar a tu siguiente objetivo pequeño. Como cualquier otro cambio, mejorar la autoeficacia se logra mejor paso a paso.

Dibuja desde tu pasado

Recordar los éxitos pasados ​​puede ayudar a generar una mayor sensación de autoeficacia. Reflexiona sobre los momentos en que lograste lograr cosas que no creías poder hacer. Reflexiona sobre esos momentos. ¿Qué lograste? ¿Cómo lo lograste? ¿Cómo pueden canalizarse estos logros para ayudarlo a alcanzar sus metas futuras? ¿Qué dicen estos logros sobre su capacidad para tener éxito?

Ver para creer

La visualización es una herramienta poderosa. No solo es ver creyente, cuando se trata de la autoeficacia, creer es ver … resultados. La visualización no solo acelera el éxito de tu cerebro y mejora la autoeficacia, sino que también te ayuda a ver los pasos más pequeños que debes seguir para alcanzar tu objetivo final.

Encuentre un modelo de rol

Admira el éxito de otra persona. Cuando ves a otra persona tener éxito, especialmente a alguien con quien te identificas, eres más propenso a creer que también puedes lograrlo. Por lo tanto, tener uno o dos buenos modelos de conducta puede reforzar vivamente su sentido de autoeficacia.

Acepte la duda de sí mismo … pero póngalo en su lugar

Gestionar sus dudas es solo una forma más de evitar que los pensamientos de "Creo que no puedo" descarrilen su éxito. Cuando los pensamientos autodestructivos brotan, acéptelos como parte del proceso y continúe. Este tipo de pensamientos no reflejan necesariamente tus verdaderas capacidades. La clave es no permitir que te impidan avanzar.

Alégrate

Un buen estado de ánimo también puede aumentar la autoeficacia, mientras que un mal humor puede socavarlo. Escriba todas las cosas que lo elevan (es decir, canciones especiales, citas favoritas, etc.) y úselos a su favor a medida que navega hacia sus objetivos.

Solicitar apoyo social

Otra gran manera de construir creencias de autoeficacia es obtener el aliento de amigos y familiares y mantenerse alejado de aquellos que lo desaniman. El apoyo social de calidad es un ingrediente clave para la autoeficacia, la persistencia y, en última instancia, el éxito. Encuentre a sus mejores defensores e invítelos a ser parte de su campaña para el cambio.

Material de origen

1. Bandura, A. (1977). Autoeficacia: hacia una teoría unificadora del cambio de comportamiento. Psychological Review , 84, 191-215.

2. Bandura, A. (Ed.) (1995), autoeficacia en sociedades cambiantes. Nueva York: Cambridge University Press.

Copyright (2010), Angie LeVan

Publicado por primera vez en www.intentionalhappiness.com.