En unas vacaciones recientes en Europa, mi esposo y yo trajimos nuestra robusta cámara digital. Hicimos muchas visitas en este viaje y volvimos a casa con casi 1,000 imágenes. Mientras nos alejábamos, tratando de capturar cada momento, me pregunté: ¿deberíamos guardar la cámara y disfrutar el tiempo mientras estamos aquí? ¿Tomar tantas fotos obstaculiza de alguna manera el disfrute de estas increíbles experiencias?
Tomar fotos de experiencias se ha vuelto cada vez más común, y no solo por vacaciones o eventos únicos en la vida. La mayoría de nosotros llevamos teléfonos celulares equipados con cámaras decentes, por lo que es aún más fácil capturar algunas fotos durante casi cualquier experiencia, ya sea una vista de la Torre Eiffel o una vista de su almuerzo. ¿Pero la toma de esa foto de su colorida ensalada de fresas y rúcula realmente aumenta el disfrute de su almuerzo? ¿Una vista de la Torre Eiffel se vuelve aún más inspiradora después de verla a través de la lente de una cámara?
Una serie de estudios que se publicarán en el Journal of Personality and Social Psychology arroja luz sobre estas preguntas (¡si hubiera leído esta investigación antes de ir a nuestro viaje!). En 9 estudios separados, los participantes fueron asignados aleatoriamente para tomar fotos o no mientras disfrutaban de una variedad de experiencias: un recorrido en autobús por Filadelfia, un almuerzo ordinario, safaris virtuales y visitas virtuales a ciudades extranjeras. En todos estos estudios, tomar fotos en general llevó a una mayor participación en la experiencia, lo que a su vez predijo un mayor disfrute. En otras palabras, cuando tomamos fotos de nuestras experiencias, prestamos más atención y nos sumergimos más en la actividad, y cuando estamos más inmersos y participamos en la actividad, la disfrutamos más. Además, mientras que el disfrute de la mayoría de las cosas buenas se desvanece con el tiempo, las personas que tomaron fotos de sus experiencias fueron inmunes a esta adaptación. Cuando se les preguntó una semana después, el disfrute de las experiencias disminuyó para las personas que no tomaron fotos, pero el disfrute se mantuvo fuerte para las personas que sí lo hicieron.
A nivel superficial, parece una buena idea tomar fotos de nuestras experiencias. Entonces, todos deberíamos salir y comenzar a tomar fotos de todo lo que hacemos, ¿verdad? Vale la pena tener en cuenta algunos detalles de estos estudios cuando piense en cómo la toma de fotografías puede influir en su disfrute.
Con todo, estos estudios pueden ayudar a las personas a utilizar mejor la fotografía para amplificar su disfrute de experiencias positivas. En general, si está en medio de una experiencia relativamente positiva y solitaria, y tomar fotos no lo distraerá de su actividad, entonces tomar fotos podría enfocar su atención y llevarlo a involucrarse aún más en la actividad, y disfrútalo aún más. ¡Salte lejos!
Referencia
Diehl, K., Zauberman, G., y Barasch, A. (en prensa). Cómo tomar fotos aumenta el disfrute de las experiencias. Revista de Personalidad y Psicología Social.