6 signos de desorden del juego

Los expertos intervienen en el controvertido ‘desorden de juego’.

El otro día, vi a alguien jugando Roblox en su computadora portátil y Pokémon GO en su teléfono al mismo tiempo. El espectáculo multitarea me hizo pensar en el desorden de los videojuegos o el comportamiento problemático de los videojuegos o digitales, que acaba de agregarse a la CIE-11.

Según la OMS, aquí hay seis signos de desorden de juego:

  1. Control deficiente sobre el juego.
  2. El juego se vuelve más importante que otras actividades de la vida diaria, lo que resulta en un funcionamiento comprometido o angustia. Por ejemplo, los juegos pueden tener prioridad sobre el trabajo escolar, las responsabilidades laborales o las actividades sociales.
  3. El juego persiste a pesar de las repercusiones.
  4. Los juegos ocupan una cantidad sustancial de tiempo y dominan las horas de vigilia.
  5. Los juegos perturban los patrones de sueño y la forma física, así como la nutrición.
  6. La duración del trastorno del juego debe durar al menos 12 meses.

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Fuente: dolgachov / 123RF

Según la OMS, el trastorno de los juegos afecta solo a una minoría de jugadores, y solo un especialista puede hacer el diagnóstico.

El tema es controvertido, con un grupo de trabajo sobre Trastornos por el Uso de Sustancias DSM-5 que encuentra pruebas limitadas que respaldan el reconocimiento actual de la “adicción a Internet” más general como un trastorno mental. Además, los diferentes expertos definen el desorden de juego de manera diferente, y no existe una prueba de estándar de oro para él.

En una revisión sistemática reciente publicada en Psychology ofAdictive Disorders, los autores encontraron “una escasez de estudios de resultados de tratamiento bien diseñados y evidencia limitada de la efectividad de cualquier modalidad de tratamiento”. Los estudios estuvieron limitados por fallas metodológicas, que incluyeron pequeños tamaños de muestra, falta de grupos de control y poca información sobre la adherencia al tratamiento, entre otros problemas “.

Finalmente, cabe señalar que, a pesar de la falta de consenso en la definición del trastorno del juego, que lógicamente debe preceder a cualquier enfoque de tratamiento genuino, han aparecido varios servicios en línea que ofrecen terapia.