Detectar engaño usando dibujos y bocetos

Una técnica innovadora para detectar el engaño.

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En busca de un método más efectivo para detectar el engaño, los investigadores recurrieron a los dibujos y bocetos. Los dibujos y bocetos evitan las situaciones en las que los entrevistadores no dominan el lenguaje de los entrevistados, lo que facilita la dependencia de los intérpretes. Además, los dibujos y los bocetos requieren poca participación de los entrevistadores o intérpretes y, como resultado, disminuyen las posibilidades de perder información a través de la falta de comunicación y la traducción.

Exigir a los entrevistados que dibujen o hagan un bosquejo con respecto a las orientaciones espaciales aumenta la carga cognitiva porque no se espera la solicitud. Exigir a los entrevistados que hagan dibujos o bocetos es un buen método para aprovechar las preguntas espaciales inesperadas. Los mentirosos rara vez preparan sus mentiras anticipando que se les harán preguntas espaciales. Las memorias de eventos experimentados contienen información espacial inherentemente, pero como un mentiroso nunca experimentó el evento, la información espacial de los objetos carece de detalles precisos en comparación con un narrador de la verdad que realmente experimentó el evento. En consecuencia, los mentirosos usan menos detalles en sus dibujos que los que cuentan la verdad. Cuando se informa de un evento, el narrador de la verdad puede recuperar información espacial e informarla de manera coherente, lo que demuestra flexibilidad cognitiva. Los mentirosos son más propensos a incluir elementos extraños en sus dibujos.

Vrij et al. (2010) usó el dibujo como una técnica para discriminar a los mentirosos de los que cuentan la verdad. Y descubrió que el 80% de los verdaderos y el 87% de los mentirosos podrían clasificarse correctamente usando dibujos. Solicitar a los entrevistados que dibujen un evento o actividad les obliga a tener una perspectiva directa; mientras que, los entrevistados que escriben narraciones o recuerdan verbalmente eventos o actividades pueden evitar el recuerdo indirecto. Por ejemplo, una persona puede describir verbalmente un objeto en una habitación, como una tabla, sin indicar ninguna información espacial. A la inversa, una persona no puede dibujar un objeto sin especificar su ubicación. Esta información espacial es particularmente útil porque el dibujo obtiene detalles adicionales para el entrevistador que normalmente no son accesibles a través de una narración u oraciones estándar.

Leins et al. (2011) usaron con precisión los bocetos para discriminar entre mentirosos y escritores de la verdad. Leins et al. (2011) atribuyó los resultados de su estudio a la incapacidad del mentiroso para codificar información espacial como las ubicaciones de los objetos. Las memorias de eventos experimentados contienen información espacial inherentemente, pero como un mentiroso nunca experimentó el evento, la información espacial de los objetos carece de detalles precisos en comparación con un narrador de la verdad que realmente experimentó el evento (Leins et al., 2011). Al informar sobre un evento, el narrador de la verdad puede recuperar información espacial e informarla de manera consistente, lo que demuestra flexibilidad cognitiva (Leins et al. 2011). Detectar el engaño mediante el uso de dibujos y bocetos es una promesa como una nueva técnica intercultural para detectar el engaño.

Referencias

Leins, D., Fisher, RP, Vrij, A., Leal, S., y Mann, S., (2011). Utilizando bocetos para inducir inconsistencias en mentirosos. Psicología jurídica y criminológica. 16, 253-265.

Decicco, A. & Schafer, JR (2018). Engaño en dibujos de croquis. Foro Ejecutivo de Aplicación de la Ley, 18, 25-38.

Hjelmsater, ER, Ohman, L., Granhag, PA, y Vrij, A. (2014). ‘Mapeo’ del engaño en adolescentes: provocando señales de engaño a través de un dibujo espacial no anticipado. Psicología jurídica y criminológica, 19, 179-188.

Vrij, A., Leal, S., Mann, S., Warmelink, L., Granhag, A., y Fisher, R., (2010). Los dibujos como herramienta innovadora y exitosa de detección de mentiras. Revista de psicología aplicada, 24, 587-594.